Capítulo 13, pt 2.

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Kisa quería cumplir una de sus fantasías, por lo que con todas sus fuerzas lo guió al pie de la cama sin detener el beso, hasta quedar sentada en el diván y sin ninguna vergüenza lo empezaba a masturbar, viéndolo directamente a los ojos.

A Henry casi le da un paro cardíaco al ver las intenciones de Kisa en sus ojos. Si, quería y moría por su boca en su pene, pero no quería obligarla a nada ─Nena, no tienes que hacerlo...

─No me digas lo que tengo que hacer o no Henry ─contestó interrumpiéndolo sin dejar de masturbarlo, retirando con el dedo una gota de líquido pre-seminal llevándoselo a la boca para saborearlo, sin despegarle la vista ─Eres mío y eso me da el derecho de tomar lo que quiera ¿o no? ─Finalizó sacando su dedo con un sonido de pop como si fuera una paleta.

Henry soltó un gruñido y le estampó un rápido pico que la dejo sin aliento. Con una mano tomó su miembro y se lo acercó a su boca ─Todo tuyo ─ofreció sin perder la mirada lujuriosa que le brindaba.

Sin cohibirse lo tomó con ambas manos. Sabía que no le iba a caber todo en la boca, pero eso no era un obstáculo para detenerse. Lentamente lo acarició de arriba y abajo lubricándolo con su propia excitación sin perder la mirada que le dedicaba. Con un sutil movimiento se inclinó hacia él y succionó con sus labios su amplia y ancha cabeza empezando a probarlo. Con ambas manos comenzó a acariciarlo con delicadeza desde la base hacia arriba, moliendo toda su longitud trabajando con la legua y su garganta.

Henry con sentir el primer contacto de la boca de Kisa en su miembro sintió como sus piernas se le debilitaban, soltando un imperceptible gemido ─Dios, nena...

Sin despegar sus miradas Kisa le lanzó una sonrisa. Envolvió su puño a su alrededor, deslizando los dedos por todo su eje erecto, enorme y firme; observando la pesadez en sus parpados, notando que se encontraba haciendo un buen trabajo. Lo escuchó inhalar profundamente con la otra mano agarró sus bolas pesadas, amasándolas suavemente y al parecer lo gozó porque dejó escapar el aliento en un suspiro gimiendo fuertemente.

Actuando de forma lenta y burlona. Jugó con toda su longitud esparciendo la humedad que salía de la punta para lubricarlo mucho más. Y cuando apretaba con más fuerza bajando su mano hasta la raíz Henry de forma involuntaria, flexionaba sus caderas conteniendo el aliento.

─ ¿Te agrada lo que estoy haciendo? ─preguntó en un susurro casi inaudible.

─Sí, me gusta ─contestó manteniendo sus ojos fijos en los de ella.

Kisa le tiró un beso y murmuró ─Me alegro ─al tiempo que envolvía sus labios nuevamente alrededor de la cabeza gruesa de su pene.

─Jesús, Kisa ─jadeó inclinado la cabeza hacia atrás.

Metiéndolo en su boca con su lengua empezó a lamerlo probando la sal de su piel, mientras que con una mano masturbaba lo que no lograba acaparar y con la otra masajeaba sus testículos. Sintiendo una emoción salvaje de satisfacción.

Henry hizo un sonido bajo en su garganta al sentir como lo empujaba hasta su garganta haciéndole perder el control ─Dios si... justo así ─gimió desde lo más profundo de su ser acelerando sus caderas.

Kisa lo llevó más profundo en su boca, metiéndolo y sacándolo para lamerle la punta de su glande degustándolo, para luego acariciarlo con su puño alrededor de su eje.

Henry gimió de nuevo y se inclinó hacia delante. Empujando, observando como Kisa aceptaba cada una de sus estocadas con gusto, dejando que le follara la boca. Con los ojos entrecerrados tomó con su mano libre el cabello esparcido por toda su cara enroscándolo con sus dedos para mantenerla en el mismo lugar.

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