Alexander Volkova tenía media hora de descanso, para después reunirse en la sala de juntas con nuevos asociados de la empresa de su padre que venían desde Rusia para hablar sobre unos contratos, por lo que decidió llamar a su princesa, preguntar por su papá, su hijo y por su nieto para asegurarse que se encontraran bien. No obstante fue imposible al escuchar a su secretaria tocar la puerta de su oficina.
─Señor Volkova ─llamó la secretaria amablemente, una vez que su jefe atendía su llamado ─El Señor Leman solicita verlo ─aclaró el motivo de su interrupción.
Alexander no se lo podía creer ¿Qué hacia ese hombre ahí? Si le dejo en claro a su hija que no la quería más, pero él era un hombre paciente por lo que le aceptó la entrada. Sentía curiosidad por escuchar que era lo que le tenía que decir, mostrándose sereno al momento que escuchaba como su secretaria lo guiaba a su oficina.
─ ¡Buenas Tardes! ─saludó Henry seriamente.
─Tome asiento, por favor ─ofreció Alexander sin dejarse intimidar por el hombre ─ ¿A qué debo el motivo de su visita? ─preguntó sin perder el tiempo.
─Yo... quiero... hablar con usted ─carraspeó titubeante, aclarando la voz ─Necesito respuestas y solo usted me las puede dar...
Alexander analizó su comportamiento con el ceño fruncido y respondió ─No creo tenerlas, pero está bien ─aceptó un poco renuente ─ ¿Deseas algo? ¿Agua, té, una copa? ─sugirió en una media sonrisa.
─Un trago estaría bien ─admitió observando directamente todas las facciones del padre de Kisa, encontrando muchas similitudes y el impresionante color de ojos que compartían el clan Volkova.
─Bien ─emitió poniéndose en pie ─Sera necesario ─declaró sirviéndose uno para él.
En otras circunstancias para Henry, ese habría sido un momento grande al convivir con una de las personas más importante en la vida de Kisa. La confianza y educación con la que lo trataba era impresionante, a pesar de su comportamiento y desprecio que mostró ante ellos en la corte. Dejando en evidencia la humildad que los caracterizaba.
─Tú dirás, hijo ─alentó, Alexander brindándole el vaso mientras tomaba asiento al lado de él y no en la silla principal de su escritorio. Acción que no pasó desapercibida por Henry.
─Yo estoy arrepentido por como actué en el caso... ─confesó después de varios segundos, girando su vaso entre sus manos ─No me comporte de la mejor manera, pero no entiendo aún como pase por alto tantas cosas que estaban sucediendo frente a mi cara... ─reveló con duda y dificultad ─Pero no me puedo quitar esta sensación de... traición...
─Sabes hijo, quiero pensar que tú no estás dolido por lo que te oculto Kisa ─interrumpió sin dejarlo continuar ─Tú estás dolido y resentido porque no fuiste capaz de encontrar el verdadero asesino de tu hija y culpas a mi hija por eso. Sé que es un tema delicado, no lo hago para dañarte, pero equivocarse es de humanos. Tropezar, caer y saber levantarse es parte de la vida.
─Kisa hizo el trabajo que me correspondía a mi ─habló tomando de un solo trago el contenido del vaso.
─Lo hizo y no tienes que sentirte mal ─afirmó con seguridad ─Tienes que aprender a aceptar tus errores y aprender de ellos. Tal vez estabas tan empeñado buscando pruebas que inculparan a mi hijo que no te percataste de las demás, pero eso no significa que eres un fracaso. Me ha pasado tantas veces y eso me hace recordar a mi hija... ─mencionó en una enorme sonrisa ─Eres como ella, no saben aceptar bien sus derrotas a como le dije a ella te lo repito a ti. Todos es parte de la vida y en nuestro trabajo; se gana, se pierde, triunfas, pero sabes que hiciste lo imposible para conseguirlo.

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Adicta a Ti
RomanceKisa Volkova es una mujer que no le falta absolutamente nada. Poseedora de una deslumbrante e inigualable belleza; admirada por muchas, odiada por otras. Privilegiada al nacer en una familia de muy buena posición económica y ni se diga en el ámbito...