Capítulo 7, pt 1.

5.7K 501 22
                                    


Situado en el centro de Manhattan al sur en la calle 59 hasta la calle 110, flanqueado al este por la Quinta Avenida y al oeste por Central Park West. El Central Park era el parque urbano más grande de Nueva York y uno de los más grandes del mundo.

Este parque mejor conocido como el pulmón de la Gran Manzana, contaba con caminos con una vegetación increíble, con varios lagos y estanques, puentes estilo victoriano, una reserva natural rodeada de una pista de atletismo, el anfiteatro Delacorte Theater, el Conservatory Garden, el castillo Belvedere, el Zoo de Central Park, pistas de patinaje sobre hielo en invierno, un teatro de marionetas y mucho más.

Kisa empezó a estirar las piernas y aseguró su teléfono móvil en una banda elástica que llevaba en el brazo. Se acomodó los audífonos con música a un volumen moderado, ajustó el cronometro de su rutina en su reloj de pulsera y se dirigió a las orillas del lago artificial Jackeline Kennedy Onassis Reservoir, donde era la pista de corredores.

Comenzó trotando para que Laika se adaptara al paso, sintiendo la brisa fresca de la mañana. Empezó a notar el escrutinio masculino de los corredores que se encontraba en su camino, saludando a los que cortésmente le asentían con la cabeza. No le molestaban en absoluto, a menos que se propasaran.

Trato de pensar en una solución de encontrar a alguien que le cuidara a Laika que fuera de confianza y que la tratara bien. Su mente se iluminó al recordar que en su mismo edificio vivía una joven que amaba a los animales, pero sus padres no la dejaban tener ninguna mascota, por lo que decidió contactarla y ofrecerle empleo.

Luego se sorprendió cuando su perrita le pedía avanzar un poco más rápido, por lo que no tardó en completar su rutina. Se alegró porque no le presentó ningún problema era una mascota muy astuta y la mimó todo el regreso a casa.

Entró al vestíbulo dirigiéndose con una gran sonrisa a Albert ─Muy Buenos Días Albert ─saludó muy entusiasta ─ ¿Cómo amaneciste?

─Buenos Días Señorita Kisa ─devolvió el saludo ─Estoy muy bien ¿Y usted?

─Bien, gracias ─contestó acercándose para hablarle en voz baja ─Albert tú me puedes facilitar el número de la Joven Sofía ─murmuró rezando en su mente para que se lo diera sin tener problemas.

─Sí, claro señorita ─respondió buscando el numero en los registros de la computadora anotándolo a en un papel ─Aquí tiene ─se lo entregó con una sonrisa en el rostro.

─Gracias Albert ─lo recibió dirigiéndose al ascensor.

En su apartamento le sirvió agua a Laika y para ella, decidió darse un baño, para no llamar tan temprano a Sofía, eran las nueve y quince. Pensó que como era domingo la joven se levantaba tarde. Se tomó su tiempo y cuando salió decidió ponerse un vestido corto veraniego con estampados florales y sandalias planas.

Marcó el número escuchando repicar cuatro veces antes de que la joven lo levantara.

─Diga ─contestaron al otro lado de la línea.

─Hola Sofía ─saludó con precaución ─Soy Kisa Ward tu vecina de abajo ─explicó rápidamente.

─Hola Kisa ¿Cómo estás? ─respondió con amabilidad al reconocer quien la llamaba. Aunque con un poco de temor.

─Bien, muy bien ¿Y tú? ─respondió siendo cortes.

─Bien - habló dudosa ─ ¿A qué se debe tu llamada? ─exigió muy nerviosa.

─Sofía, espero no molestarte ─dijo rápidamente al escuchar la preocupación en la voz de la joven ─Le pedí a Albert tu número, espero y no te incomode. Es para proponerte una especie de... Empleo ─adelantó titubeante, para que no pensara mal y se fuera dando una idea.

Adicta a TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora