Capítulo 27, pt 1.

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─Usa rojo para mí, nena ─anunció Henry con voz apagada llena de tristeza, abrazándola por detrás a su cintura.

─Está bien ─concedió Kisa preocupada por el tono de voz de su hombre ─ ¿Seguro que todo está bien? ─indagó nuevamente por milésima vez. Desde que Henry decidió cambiar por completo aislándose en sus pensamientos, apartándola de ellos.

Habían pasado tres días desde el altercado y alboroto que armó en medio de la calle. Henry le solicitó tiempo y solo pudo concederles tres días al verlo tan preocupado.

─Estoy bien ─suspiró dándole vuelta para quedar cara a cara ─Solo que... ─iba a contestar cuando su teléfono le alertó con una llamada ─Nena vístete tengo que atender ─ indicó despidiéndose con un beso en la frente.

Kisa se decidió por un vestido tubo que le llegaba debajo de la rodilla en mezcla de seda de color rojo Versace con escote corazón, de tirantes diminutos con espalda cruzada. Calzó unos zapatos puntiagudos de color nude con la suela totalmente en roja. En su tocador decidió solo resaltar sus labios del mismo color que su vestido y su cabello lo dejó liso y suelto al natural.

Estaba a punto de salir de la habitación cuando Henry apareció en el umbral de la puerta deteniendo cualquier frase que iba a salir de su boca paralizándose en seco en el lugar. Kisa le brindó una deslúmbrate sonrisa para aligerar la tensión que se había instalado en su casa. Siendo valiente, se acercó donde se encontraba lentamente probando el terreno, pero corrió al instante que Henry le tendía los brazos de par en par, por lo que acortó la distancia en cuestión de segundos.

─Siempre logras dejarme sin palabras ─expresó Henry apoderándose totalmente de su cuerpo dentro de sus brazos.

─Tú tampoco estas nada mal ─contestó deslumbrada al verlo completamente de negro, sin chaqueta, pero sin perder su elegancia ─ ¿Es normal que se me corte la respiración cada vez que te veo? ─cuestionó con voz susurrante, inhalando profundamente su fragancia embriagadora directamente de ese torso firme y duro.

─Tan normal y real porque yo siento lo mismo, Kisa ─confesó tomándole el rostro con ambas manos ─ ¿Estas lista? ─preguntó más para él que para ella.

─Lo estoy ─afirmó con contundencia y seguridad viendo la inquietud en el rostro de Henry.

─Bien ─aceptó asintiendo con la cabeza tomándole la mano guiándola a la salida. Entre más rápido salía de ese lugar, más rápido iba a suceder lo inevitable. Cuando llegaron al restaurante, el mesero por órdenes de él los llevó al segundo piso a una terraza donde había solo una mesa que él había solicitado para obtener la mayor privacidad que necesitaban.

Kisa sorprendida por el elegante lugar, se sentía confundida y ansiosa al ver que Henry necesitaba privacidad al divisar la única mesa en la terraza. Si tanto necesitaba intimidad se preguntó ¿Por qué decidió salir de su casa? Frunció el ceño al escuchar los acordes de un piano y quedó sorprendida al reconocer la canción de Bruno Mars Versace on the Floor. Fascinada por la impresionante casualidad al estar usando ella un Versace.

Tomó asiento en una de las sillas acolchonadas y cómodas sin perder ningún detalle de los movimientos de Henry. Esta vez él fue el que se encargó de pedir la cena. Solicitó algo ligero y sorprendentemente se pidió por primera vez para él, un Whisky escocés que tomó de un solo trago. Ella solicitó solo agua. Al parecer la situación era mucho más seria, lo que hizo preocuparla y angustiarla más.

Henry respiraba lentamente para no perder la calma y dejar al descubierto sus nervios. En todo momento, vio a Kisa que justamente ese día se sentía indispuesta con la comida. Él tampoco tenía apetito. La única razón por la cual eligió un lugar público, pero con privacidad fue para infundirse valor y contarle su historia. Si no salían de la comodidad que le brindaba el apartamento de Kisa, jamás iba ser capaz de contarle todo, por lo que se obligó a salir de ahí.

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