Adicta a Ti

Capítulo 44.

Dalyanna se despedía de todos, incluido del profesor y salió en busca de su auto. Se despidió de Eva cuando vieron a su novio y esta le pidió que tuviera cuidado. Cuando iba llegando a la puerta de su coche se sobresaltó soltando el celular de su mano donde cayó al suelo.

─Pero tú... tú... ¿Qué... haces aquí? ─preguntó titubeando al ver a Jake reclinado en la puerta del copiloto de su coche.

─ ¿No te alegras de verme, muñeca? ─Cuestionó con falsa amabilidad haciéndose el ofendido ─Harás exactamente lo que yo te diga ─advirtió sacando un arma, apuntándola discretamente viendo a su alrededor ─Recoge ese celular y llama a tu papá, avísale que ya saliste de tus practicas ─demandó acercándole más el arma.

Dalyanna se movió lentamente para hacer algo peligroso y lograr defenderse para salir de ahí lo más rápido posible, pero Jake la sorprendió agitando el arma peligrosamente.

─Sin sorpresas, amor ─reprendió de forma severa ─No querrás que a Alex le pase algo ─musitó con toda la maldad, viendo como esta abría los ojos como platos y se llenaba de nervios, al ver como con su mano libre agitaba el celular de Alex.

─ ¿Qué le hiciste? ─indagó preocupada.

─Has lo que te ordene ¡ahora! ─Gritó perdiendo la paciencia.

Dalyanna llamó a su padre tratando de escucharse lo más normal y tranquila que pudo ─Hola, papi ─habló cuando levantó el teléfono ─Si estoy bien ─contestó viendo directamente a Jake ─Si ya voy con Eva a camino a su casa ─respondió algo nerviosa rezando que su padre lo pudiera notar.

Henry que estaba saliendo del baño escuchó el leve nerviosismo de su hija ─ ¿Pequeña, estas bien? ─cuestionó alertándose por completo.

─Sí, sí, si ─anunció con rapidez al momento que Jake le indicaba que se diera prisa ─Todo bien –aseguró y añadió ─Espero que ya estés listo para tu cita, te tengo que colgar. Te amo ¿sí? Eres el mejor papi del mundo ─e despidió al momento que su papa se despedía.

─Eres el mejor papa del mundo ─imitó Jake con sarcasmo, cuando colgó el teléfono ─Anda, dámelo ─demandó sin esperar a que le diera el teléfono, arrebatándoselo de un tirón ─Ve al asiento del copiloto.

Dalyanna obedeció sin rechistar cuando se sentó rápidamente, Jake la amarró con una cuerda en las manos y pies uniéndola al asiento, finalizando con un trapo en la boca. Observó cómo daba la vuelta para entrar al asiento del conductor y miraba como mandaba un mensaje desde el celular de Alex, sin entender por qué.

Cuando recibió el mensaje al celular de Dalyanna, sonrió diabólicamente arrancando el auto. Sabia donde exactamente ir. Un lugar donde no sospecharían de él. El Lower East Side era un barrio tan pobre y lleno de drogadictos que cuando le propusieron hacer una sesión de fotos en una bodega se negó pensando que nada bueno saldría de ahí, pero cuando armó su plan sin duda era el lugar perfecto.

Estacionó el auto una cuadra antes de llegar a las bodegas y soltó a Dalyanna instándola a salir del coche. Con el arma en mano la guió todo el camino hasta abrir la verja. Una vez dentro la cerró con candado y programó su cronometro para terminar con el tiempo exacto, la amarró nuevamente a una silla y tomó otra sentándose frente a ella.

Dalyanna por más que evito no llorar, no pudo resistirse al momento de entrar a ese lugar. Se encontraban encima de un enorme plástico de bolsa y temía lo que iba a pasar a continuación. Observó como Jake se sentaba frente a ella y empezó a suplicar siendo algo imposible por el trapo en la boca.

─Pequeña, Dalyanna ─cuchicheó aparentando tranquilidad ─Si no hubieras actuado como una puta entregándote a otros hombres que no fuera yo... ─sentenció al momento que tomaba un bate ─Nada de esto hubiera pasado ─finalizó al ver los ojos como platos de su hermosa, pero zorra, novia.