c.001: Invocación.

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A las once de la mañana del día siguiente, Lucy se preparó para ir a comprar las verduras y frutas para ese día

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A las once de la mañana del día siguiente, Lucy se preparó para ir a comprar las verduras y frutas para ese día. Le tocaba ir con Sophie y aunque no quisiera admitirlo en voz alta, le gustaba pasar tiempo con ella. Sophie era su hermana mayor, no biológica, pero si actuaba como una. Bajó las escaleras y no tardó en encontrarla, como siempre, Sophie la tomó de la mano para salir a la calle, Lucy decía que era innecesario pero aún así no hacia el esfuerzo de quitar su mano.

—¿Quieres algo? —preguntó Sophie cuando la vio observar un caramelo de frutilla en la vitrina.

—No.

—Vamos, observas el caramelo con mucho gusto —sonrió.

—No hay suficiente dinero.

—He ahorrado desde los once, puedo comprarte algo si quieres.

—No quiero que gastes tu dinero...

Pero cuando la vendedora volteó a verlas y preguntó si querían algo más, Sophie se apresuró a responder que compraría los caramelos.

—Te dije que no era necesario —habló Lucy cuando estuvieron fuera de la verdulería con las bolsas en sus manos.

—Se dice gracias.

Le entregó la pequeña bolsa con caramelos mientras la veía dudar entre agarrarla o no. El sueño de Sophie era poder mudarse a Estados Unidos y comenzar una carrera como actriz, un sueño para el que ahorró desde los once años.

—Gracias —balbuceó la pelirroja aceptando los caramelos.

Sophie solo sonrió complacida y tomó su mano libre para comenzar a caminar de regreso.

—Melanie me dijo.

—¿Qué?

—Que te llegó una carta de un colegio.

—Ah, eso.

—Sí, eso —repitió como ella antes de soltar una risa y mirarla—. ¿Por qué no me dijiste?

—Es una broma, jamás me aceptarían en un colegio.

—Sabes que no es cierto...

—Me rechazaron de doce, doce estúpidos colegios.

—No hables así.

—¿Sabes que? Tomé la decisión de ir contigo a Estados Unidos, ahí traficaré dulces como antes, ¿cuánto crees que me den por esto? —le mostró la bolsa con los caramelos.

—No puedes traficar dulces, Lucy —rió Sophie.

—Esa era la opción 1), la opción 2) era traficar órganos, dicen que va mejor.

—No, ni lo pienses.

La pelirroja encogió sus hombros y metió un caramelo en su boca analizando a su compañera. Sophie Wilson, es una chica catalán, de pelo castaño claro, 16 años, alta y de ojos verdes. Le sorprendía que se llevaran bien siendo tan opuestas.

✓ DRAGONS, harry potter [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora