101. 𝗖𝗟𝗔𝗦𝗘𝗦 𝗖𝗢𝗡 𝗠𝗢𝗢𝗗𝗬

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.capítulo ciento uno

    LUCY PASÓ LOS DOS DÍAS siguientes evitando a Cedric

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    LUCY PASÓ LOS DOS DÍAS siguientes evitando a Cedric. Había cometido un error al decirle el año pasado que aceptaba tener una cita con él, ahora, Cedric la buscaba todo el tiempo para preguntarle cuándo podrían tener la cita.

  El profesor Snape, que durante el verano parecía haber acumulado rencor en cantidades nunca antes conocidas, castigó a Neville—, por romper su décimo caldero,—a quedarse después de clase. Al final del castigo, Neville sufría un colapso nervioso, porque el profesor Snape lo había obligado a destripar un barril de sapos cornudos.

  Snape estaba enojado por Moody, todos sabían que Snape quería tener el puesto de profesor de D.C.A.O, pero no lo había logrado. Algunos alumnos decían que era porque Snape tenía miedo de Moody, pero de lo que no les quedaba duda era que Snape estaba de tan mal humor por Moody.

  Los de cuarto curso de Gryffindor tenían tantas ganas de asistir a la primera clase de Moody que el jueves, después de comer, llegaron muy temprano e hicieron cola a la puerta del aula cuando la campana aún no había sonado.

  La única que faltaba era Hermione, que apareció puntual.

—Ahí viene —señaló Lucy a las espaldas de Harry y Ron, ambos voltearon a ver a la castaña.

—Vengo de la...

—... biblioteca —adivinó Ron—. Date prisa o nos quedaremos con los
peores asientos.

  Y se apresuraron a ocupar cuatro sillas delante de la mesa del profesor.
Sacaron sus ejemplares de Las fuerzas oscuras: una guía para la autoprotección, y aguardaron en un silencio poco habitual. No tardaron en oír el peculiar sonido sordo y seco de los pasos de Moody provenientes del corredor antes de que entrara en el aula, tan extraño y aterrorizador como siempre.

  Entrevieron la garra en que terminaba su pata de palo, que sobresalía por debajo de la túnica.

—Ya pueden guardar los libros —gruñó, caminando ruidosamente hacia la mesa y sentándose tras ella—. No los necesitarán para nada.

  Volvieron a meter los libros en las mochilas. Ron estaba emocionado.
Moody sacó una lista, sacudió la cabeza para apartarse la larga mata de pelo gris del rostro, desfigurado y lleno de cicatrices, y comenzó a pronunciar los nombres, recorriendo la lista con su ojo normal mientras el ojo mágico giraba para fijarse en cada estudiante conforme respondía a su nombre.

—Bien —dijo cuando el último de la lista hubo contestado «presente»—.
He recibido carta del profesor Lupin a propósito de esta clase. Parece que ya
son bastante diestros en enfrentamientos con criaturas tenebrosas. Han estudiado los boggarts, los gorros rojos, los hinkypunks, los grindylows, los kappas y los hombres lobo, ¿no es eso?

  Hubo un murmullo general de asentimiento.

—Pero están atrasados, muy atrasados, en lo que se refiere a enfrentarse a maldiciones —prosiguió Moody—. Así que he venido para prepararlos contra lo que unos magos pueden hacerles a otros. Dispongo de un curso para enseñarles a tratar con las mal...

✓ DRAGONS, harry potter [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora