✓ DRAGONS, harry potter [#1]

c.005: La selección.

   Cada vez que se acercaban a la orilla del otro lado del lago, el castillo parecía ser más grande.

—Éste es el lago negro —le informó Hermione a Lucy—, leí de él en el libro de la historia de Hogwarts —explicó.

—Eso suena genial, deberías prestarmelo —le dijo Lucy.

—¿A caso sabes leer? —preguntó Ron sorprendido.

—Cállate o te lanzo del bote —gruñó Lucy entre dientes.

Hermione sonrió con satisfacción.

Harry reprimió una risa.

Dejaron los botes en el muelle que estaba al otro lado y siguieron al hombre gigante, que Harry le había dicho a Lucy que se llamaba Hagrid, hasta la puerta principal del colegio.

Sara y el niño del sapo se unieron a los cuatro a esperar.

—¿Y tú eres...? —preguntó Lucy al niño.

—Me llamo Neville, Neville Longbottom —se presentó el niño.

—Es el niño al que se le perdió su sapo —dijo Sara.

—¿Aún no lo encontraste? —preguntó Hermione al lado de Lucy.

El niño asintió con su cabeza, mostrando al animalito en sus manos.

—¿Están todos aquí? Tú, ¿todavía tienes a tu sapo? —preguntó Hagrid a Neville.

Él niño asintió apenado. Hagrid giró encarando la gran puerta de roble. Levantó su gigantesco puño y llamó tres veces a la puerta del castillo. Se abrió de inmediato. Una bruja conocida emergió de ella.

—Los de primer año, profesora McGonagall —dijo Hagrid.

—Muchas gracias, Hagrid. Yo los llevaré desde aquí —dijo McGonagall, abriendo bien la puerta y dándole una mirada a Lucy, la pelirroja intentó darle una sonrisa antes de entrar.

El vestíbulo de entrada era enorme, podría entrar dos orfanatos perfectamente. Las paredes de piedra estaban iluminadas con resplandecientes antorchas, el techo era alto que no se veía y una magnífica escalera de mármol, frente a ellos, conducía a los pisos superiores.

Siguieron a la profesora McGonagall a través de un camino señalado en el suelo de piedra. Se podían oír cientos de voces, que salían de un portal situado a la derecha (el resto del colegio debía de estar allí), pero la profesora llevó a los de primer año a una pequeña habitación vacía, fuera del vestíbulo.

Se reunieron allí, más cerca unos de otros de lo que estaban acostumbrados, mirando con nerviosismo a su alrededor.

Lucy se incomodó en cuanto volvió a sentir a Sara respirar cerca de su oído, la pelirroja se apartó y se acercó al azabache, alejándose un poco de la rubia.