✓ DRAGONS, harry potter [#1]

34. 𝗗𝗘𝗩𝗨𝗘𝗟𝗧𝗔 𝗔 𝗛𝗢𝗚𝗪𝗔𝗥𝗧𝗦

.capitulo treinta y cuatro

           —¿Okey? ¿Entonces tu idea es saltar por la ventana o qué? —preguntó Lucy, viendo como Sara sacaba la cabeza por la ventana del compartimento.

—No, ya verá que encontraré a Harry, jefa —dijo Sara decidida, y mirando hacia afuera.

—¿Y por qué rayos piensas que verás a Harry por la ventana? —preguntó Lucy confundida.

  Ambas ya se encontraban con sus respectivos uniformes de sus casas, Hermione y Ginny habían salido a los pasillos a buscar a los hermanos de ésta última. Mientras que Lucy seguía preocupada por esos dos que aún no aparecían.

—¡Si miró hacia las demás ventanas, tal vez pueda verlos! —dijo Sara, gritando para que se le escuchara, ya que el fuere viento que daba en su cara tapaba sus oídos.

—¡Ya déjalo, Sara! —dijo Lucy enojada, pensando que en un movimiento brusco la rubia se caería.

  Así que la agarró los el cuello de la túnica y a punto de tirarla hacia dentro, la puerta del compartimento se abrió, dejando ver al castaño Hufflepuff ya conocido para Lucy.

  Cedric se quedó petrificado ante la vista que tenía enfrente, Lucy sostenía a Sara por el cuello del uniforme, mientras que casi la mitad del cuerpo de Sara estaba fuera.

—¡Lucy, no la mates! —exclamó el castaño asustado.

  Tanto Lucy como Sara lo miraron confundidas. Lucy jaloneó a Sara hacia dentro, haciendo que la rubia caiga sentada al asiento. La pelirroja miró enfadada al castaño.

—¿Por qué mierda mataría a Sara? —preguntó enojada y frunciendo su ceño, mientras que Sara miraba al castaño, inspeccionandolo.

  El cabello corto de Sara había quedado como si un remolino hubiera pasado por él. Un nido de pájaros.

—¿No la ibas a matar? —preguntó confundido y señalando a la rubia.

—¿Qué? ¡No! —exclamó Lucy.

—¿Quién te crees? Mi jefa no sería capaz de algo así —dijo Sara mirando al castaño enojada, pero con aquél cabello revuelto, nadie la podía tomar en serio.

—Entonces... ¿Ella es Sara McGregor? —preguntó Cedric, señalando a la rubia. Lucy asintió sin ganas, antes de tirarse al asiento—. Un gusto —saludó Cedric extendiendo su mano hacia Sara.

  Pero Sara la alejó de un manotazo.

—Has ofendido a mi jefa —dijo Sara entredientes.

  Cedric miró asustado a la niña, daba miedo. Lucy miró cansada la escena.

—Será mejor que te vayas antes de que salte sobre tí y quiera arrancarte los ojos —advirtió Lucy, sacando una bolsa con caramelos.

  Cedric pasó su mirada de Sara a Lucy y luego volvió a mirar a Sara.