116. 𝗟𝗔 𝗕𝗜𝗕𝗟𝗜𝗢𝗧𝗘𝗖𝗔

7.8K 889 161
                                    

                        Lucy vio a los cuidadores de los dragones apresurándose para reducir al colacuerno; y a la profesora McGonagall, el profesor Moody y Hagrid, que iban a toda prisa a su encuentro con Harry desde la puerta del cercado, hacién...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

                        Lucy vio a los cuidadores de los dragones apresurándose para reducir al colacuerno; y a la profesora McGonagall, el profesor Moody y Hagrid, que iban a toda prisa a su encuentro con Harry desde la puerta del cercado, haciéndole señas para que se acercara.

 Lucy no pudo evitar sonreír, la felicidad se apoderó de ella y los gritos de Sara no ayudaban para nada. Harry había logrado pasar la primera prueba, el dragón no lo había devorado. Había pasado la primera prueba, estaba vivo... Era lo importante.

—¡VAMOS, HARRY! —gritaba Sara, zarandeando a Dean por los hombros—. ¡APRENDAN, IDIOTAS!

 Hermione no paraba de sonreír. No dudaron en bajar las gradas en busca de Harry, las personas se amontonaban a su alrededor para felicitar al campeón más joven.  

—¡Excelente, Potter! —dijo bien alto la profesora McGonagall cuando bajó
de la Saeta de Fuego. Viniendo de la profesora McGonagall, aquello era un
elogio desmesurado. Le tembló la mano al señalar el hombro de Harry—. Tienes que ir a ver a la señora Pomfrey antes de que los jueces muestren la puntuación... Por ahí, ya está terminando con Diggory.   

—¡Lo conseguiste, Harry! —dijo Hagrid con voz ronca—. ¡Lo conseguiste!
¡Y eso que te tocó el colacuerno, y ya sabes lo que dijo Charlie de que era el pe...! 

—Gracias, Hagrid —lo cortó Harry para que Hagrid no siguiera metiendo la
pata al revelarle a todo el mundo que había visto los dragones antes de lo
debido.  

 El profesor Moody también parecía encantado. El ojo mágico no paraba de
dar vueltas.   

—Lo mejor, sencillo y bien, Potter —sentenció.

 Lucy se apresuró a empujar a unos Ravenclaw de su camino, saludó a Hagrid y corrió hacia Harry, seguida de Sara.

—¡Lo lograste! —exclamó Lucy emocionada, mientras Harry sonreía efusivamente, la alegría estaba plantada en el ambiente y Rawraq se elevó sobre el aire, esperando el momento para posarse en el hombro de Lucy—. ¡No lo golpeaste!

 Harry no pudo evitar reír ante su ultimo comentario, lo normal sería que se preocupara por él y no por el dragón.

—No lo iba a golpear —logró soltar antes de que Lucy se lanzara a abrazarlo.

 ¿Había algo más dulce que el perfume de Lucy? Aquella pregunta se hacía el azabache. No le importó el dolor de su hombro, el tener a Lucy entre sus brazos lo distraía de cualquier cosa.

 —Muy bien, Potter. Ve a la tienda de primeros auxilios, por favor —le dijo la profesora McGonagall, rompiendo el momento de los adolescentes.

—Te veo en la Sala Común —aseguró la pelirroja, separándose de él.

 Harry salió del cercado aún jadeando y vio a la entrada de la segunda
tienda a la señora Pomfrey, que parecía preocupada.   

—¡Dragones! —la escuchó exclamar Lucy, tirando de Harry hacia
dentro.   

✓ DRAGONS, harry potter [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora