✓ DRAGONS, harry potter [#1]

144. 𝗥𝗬 𝗘𝗫𝗣𝗨𝗟𝗦𝗔𝗗𝗢

.ciento cuarenta y cuatro

SOPHIE.

  Jamás creí que al conocer al padre de Lucy, a Charles Weasley, sería mí final con Lucy y con los niños del orfanato. Pero ella me lo prometió, me prometió que si iba con ellos podríamos seguir juntas, y un día volveríamos a estar juntas para siempre. Tenía demasiadas esperanzas en ello, Lucy era como mí pequeña hermana o incluso, a veces la llegué a ver cómo una hija. Es raro, ¿no?

Pero... Día tras día, seguí esperando.

No supe de ella durante tres años.

De la nada, pensé que ella podría haberme olvidado.

Pero una luz me iluminó y recordé que Lucy no era de las personas que no cumplían con su palabra. El señor Lupin fue de gran ayuda en mí avance, cuando me llevó a vivir a su casa, me adoptó a la semana y parecía feliz cada vez que volvía de su trabajo y yo lo esperaba con la comida para cenar, me sentí realmente en un hogar.

Por primera vez, sentí el cariño de un padre.

Cuando asistió a Hogwarts para hacer su trabajo como profesor, fue una dura despedida, pero trate de verme sonriente y feliz para que supiera que lo esperaría hasta que volviera.

«—Eres la chica más valiente que conozco, Sophie».

Esas palabras me habían alentado, alentado a seguir adelante. Comencé una rutina en casa, estudiando por mí cuenta con libros que encontré en casa de los Lupin, y me alegré al recordar que yo ahora llevaba el mismo apellido. Iba al mercado a comprar, pasando por las calles de Londres, recibía cartas de papá día tras día, me contaba hasta los más mínimos detalles de sus clases. Los releía para dormir, me hacía sentir menos solitaria en una casa donde solo yo estaba.

Al final del curso, papá volvió con una gran sonrisa y una felicidad enorme, la cual duró poco, ya que yo me había enterado de todo lo que me estaba ocultando. Lucy se metió en problemas, varias veces, y papá me lo ocultó para mí bien, dijo que no me quería preocupar.

Pero desde entonces, tomé una decisión: no volvería a esperar.

Fue entonces cuando papá me presentó a Nymphadora Tonks, una amiga que comenzó a ayudarme demasiado, comenzó a enseñarme tácticas para luchar sin magia. Me divertía demasiado, resulta que Dora, es una metamorfomaga que también asistió a Hogwarts, me contó sus aventuras en la casa de Hufflepuff (una de las casas por las que se dividía el colegio, así me lo explicó) y de como también conoció al padre de Lucy allí, él era un Gryffindor, dijo que era muy bueno en el deporte del Quidditch, uno de los mejores.

Sin más, de la nada, me había vuelto alguien fuerte, alguien que gracias a muchos, pudo comprender que necesitaba un cambio y ese cambio fue para bien.

A fin del siguiente año, en que papá dio sus clases en Hogwarts, la Orden del Fénix se volvió a reconstruir, todo por otro mal momento que sufrió Lucy y sus amigos. Al parecer, todo el mundo iba a ser masacrado si no hacían algo. El director de Hogwarts, Albus Dumbledore, ordenó que se reconstruyera la Orden. Dora me había recomendado a Dumbledore, diciéndole que era de buena ayuda para la Orden y que además, era muy cercana a Lucy, claro, papá se había negado, dijo que era demasiado riesgoso para una chica de veinte años.