52. 𝗦𝗢𝗟𝗢 𝗘𝗦 𝗨𝗡𝗔 𝗠𝗨𝗡̃𝗘𝗖𝗔

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.capítulo cincuenta y dos

                        LA NOCHE HABÍA CAÍDO, Lucy había cenado en su habitación, ya que no le gustaba la idea de cenar con su "madre" o su "abuela"

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                        LA NOCHE HABÍA CAÍDO, Lucy había cenado en su habitación, ya que no le gustaba la idea de cenar con su "madre" o su "abuela".

  Navidad era al día siguiente, y aunque estuviese en su nueva habitación y tuviera demasiados lujos—, incluyendo un baño enorme propio—, no podía evitar pensar en lo que estarían haciendo sus amigos, si estaban bien.

  Alguien tocó la puerta, haciendo que Lucy dejara de divagar por sus pensamientos y apartara su mirada de la vista que tenía desde su ventana, y sin dejar de estar sentada en el borde, dijo:

—Andelante —dijo Lucy, para luego ver cómo una de las dos grandes puestas blancas se abrían y entraba Vesta junto con una vela ancha y pequeña prendida. Lucy miró confundida la vela—. ¿Para qué es?

—Oh, es de parte de su... —Lucy se le quedó viendo, esperando a que terminara, pero Vesta negó recordando las órdenes y agregó—: Es una vela aromática, hace magia —dijo, dejando la vela en la mesita que estaba a un lado de la enorme cama de Lucy—, literalmente —Lucy soltó una pequeña risa ante aquella palabra—, la vela te ayudará a tener lindos sueños y no tener pesadillas.

  Se acercó un poco a dónde estaba Lucy.

—¿Katherine se ha dormido? —preguntó Lucy, girando su cabeza y volviendo a mirar el paisaje.

  Vesta sonrió levemente.

—No, sigue esperándola en el comedor —dijo Vesta, Lucy se giró a verla sorprendida.

—Pero son las dos de la madrugada —dijo Lucy sorprendida.

  Vesta se encogió de hombros.

—Es víspera de Navidad, no creo que pueda dormir hasta verla —dijo la morocha.

  Lucy rodó los ojos.

—Que lastima por ella —dijo sarcásticamente para luego volver a ver por la ventana.

—¿Sabes? Tu madre solo es una muñeca —dijo Vesta, tristemente.

—¿Qué significa éso? —preguntó Lucy confundida.

  Pero Vesta no respondió, se limitó a caminar hasta la puerta y decir:

—Felíz Navidad, alteza —dijo Vesta, haciendo sonreír levemente a Lucy.

—Felíz Navidad, Vesta —murmuró Lucy, sin apartar la mirada del paisaje, imaginándose el castillo de Hogwarts a lo lejos.

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