✓ DRAGONS, harry potter [#1]

71. 𝗟𝗔 𝗦𝗔𝗘𝗧𝗔 𝗗𝗘 𝗙𝗨𝗘𝗚𝗢

.capítulo setenta y uno

    LA VISITA A LA CABAÑA DE HAGRID, aunque no había resultado divertida, había tenido el efecto que Ron, Lucy y Hermione deseaban.
Harry no se había olvidado de Black, pero tampoco podía estar pensando continuamente en su venganza y al
mismo tiempo ayudar a Hagrid a ganar su caso. Él, Ron, Lucy y Hermione fueron al día siguiente a la biblioteca y volvieron a la sala común cargados con libros que podían ser de ayuda para preparar la defensa de Buckbeak.

  Los cuatro se sentaron delante del abundante fuego, pasando lentamente las páginas de los volúmenes polvorientos que trataban de casos famosos de animales merodeadores.

  Cuando alguno encontraba algo relevante, les comentaba a los
otros.

—Aquí hay algo. Hubo un caso, en 1722... pero el hipogrifo fue declarado
culpable —dijo Lucy, mirando el libro—. ¡Uf! Miren lo que le hicieron. Es repugnante —los otros tres se acercaron a ver el libro—. Esto podría sernos útil. Miren. Una mantícora atacó a alguien salvajemente en 1296 y fue absuelta... ¡Oh, no! Lo fue porque a todo el mundo le daba demasiado miedo acercarse...

  Entretanto, en el resto del castillo habían colgado los acostumbrados
adornos navideños, que eran magníficos, a pesar de que apenas quedaban estudiantes para apreciarlos. En los corredores colgaban guirnaldas de acebo y muérdago; dentro de cada armadura brillaban luces misteriosas; y en el vestíbulo los doce habituales árboles de Navidad brillaban con estrellas
doradas.

  En los pasillos había un fuerte y delicioso olor a comida que, antes de Nochebuena, se había hecho tan potente que incluso Scabbers sacó la nariz del bolsillo de Ron para olfatear. Mientras que Rawraq trataba de oler carne en el aire.

  La mañana de Navidad, Hermione despertó a Lucy emocionada, la pelirroja se quejó, tapándose con la almohada el rostro.

—¡Vamos, despierta! ¡Levantate! ¡Es Navidad! —exclamaba Hermione, mientras trataba de quitarle la almohada de la cabeza.

—¿Navidad? —murmuró Lucy, recién terminando de entender—. ¡Navidad! —la chica se sentó de golpe, casi dándole un golpe a Hermione en el mentón.

—Felíz Navidad —dijo Hermione, volviendo a acomodarse el cabello.

—Felíz Navidad y todo eso —dijo rápidamente Lucy, poniéndose los zapatos.

—¿No abrirás tus regalos? —preguntó Hermione, a la vez que Rawraq volaba hasta el hombro de Lucy.

—No, luego, estoy nerviosa —dijo, echándoles una mirada a los regalos y salió de allí.

  Hermione se apresuró a salir detrás de ella y alcanzó en las escaleras.

—¿Qué te sucede? —preguntó Hermione, a la vez que se detenían a los pies de las escaleras que llevaban a las habitaciones de los chicos.