✓ DRAGONS, harry potter [#1]

57. 𝗥𝗔𝗪𝗥𝗔𝗤

.capítulo cincuenta y siete

                           —¡LUCY, LUCY! ¡¿ALGUIEN A VISTO A LUCY?! —exclamaba Charlie, mientras los guardias del pasillo negaban con su cabeza.

—No, señor —dijeron a la vez, volviendo a sus puestos.

—Hermione, sígueme, por favor —dijo Katherine a la castaña, que miraba su alrededor como si fuera un sueño.

—Claro, majes... —pero Katherine la interrumpió con una enorme sonrisa.

—Dime Katherine, eres la amiga de mi hija —dijo Katherine.

  Hermione sonrió y viendo como dos sirvientas se llevaban su baúl.

  Otra sirvienta llegó corriendo hasta quedar frente a Katherine y hacer una leve reverencia y decir:

—Está en el establo nuevamente, majestad —dijo la mujer, Katherine asintió.

—Gracias, Celia —agradeció Katherine. Luego miro a su mano derecha—. Vesta, lleva a Hermione al establo.

  Hermione siguió a la morocha, saliendo del castillo hasta un establo de madera, la mujer abrió las puertas, dejando que un calor impresionante saliera de él.

  Ambas se sorprendieron.

—Princesa... —la llamó Vesta, viendo dentro del establo.

  Lucy sacó la cabeza de detrás de una pared de madera, dejando ver su cabello revuelto y su cara roja y sudorosa por le calor. Sonrió enormemente al ver a Hermione.

—¡Hermione! —exclamó felíz, saliendo del establo y yendo a abrazar a la castaña.

  Vesta se retiró al ver que su trabajo ya estaba hecho.

—Lucy, tu... wau —dijo Hermione, cuando se separaron.

  Lucy rió, luego miro detalladamente a Hermione.

—Tú no estás nada mal —dijo Lucy, haciendo que Hermione soltara una risa.

  Hermione miró el lugar, tratando de buscar la razón y el inició del calor, pero al no encontrarlo, dijo:

—¿Por qué hace tanto calor aquí? —preguntó la castaña confundida.

—Oh... ¡Debo mostrarte ésto! —dijo Lucy, para luego arrastrarla adentro y cerrar la puerta, llevó a Hermione hasta detrás de la pared de madera, por la cual había salido anteriormente.

  Hermione observó el huevo que reposaba dentro de un caldero, y un fuego estaba prendido bajo él, como si quisiera cocinarlo. Hermione miró rápidamente a Lucy.

—¿Qué no es un huevo de dragón? —preguntó preocupada.

—Sí, lo es —respondió Lucy—. Lo puse allí hace cinco días.