✓ DRAGONS, harry potter [#1]

56. 𝗗𝗜́𝗔 𝗗𝗘 𝗦𝗔𝗡 𝗩𝗔𝗟𝗘𝗡𝗧𝗜́𝗡

.capítulo cincuenta y seis

                  Y LOS DÍAS FUERON PASANDO, Lucy comenzaba a comprender mejor las normas, las creencias y las historias de Winters. Le parecía hermoso ver a Mantis danzar en el aire. Hacia una semana habían encontrado a Drogon y Eagan, Charlie se encargaba de sanar las heridas de los dragones, mientras Katherine los ayudaba a comer.
  Habían aparecido casi moribundos, pero con el paso del tiempo, el ánimo de Mantis volvió y Drogon y Eagan danzaban junto a él en el cielo.

  Ver a ésos dragones como hermanos era raro, pero así lo sentía. Había comenzado a entablar un vínculo con ellos cuando su madre se los presentó, Lucy había tenido miedo de que la rostizaran, pero terminaron por tirarse y esperar a que ella les hiciera mismos como si fuera la hermana mayor, pero en realidad era la menor.

  Charlie se divertía cuidandolos y a Katherine le fascinaba verlo así de felíz, las cosas en Winters fueron cambiando. Los habitantes ya no temían ir a pedirles favores a la reina.

  Hasta habían empezado a llevar regalos para la princesa, los niños y niñas trataban de conocerla para ser sus amigos, pero jamás la encontraban. Ya que la mayoría del tiempo, Lucy la pasaba en campo abierto con sus hermanos.

  Le encantaba darles la comida y jugar con ellos, era como si siempre hubieran tenido un vínculo.

—¡Drogo! ¡Drogo, no! —gritó Lucy, ordenandole a su hermano mayor que no comiera al pobre conejo que escapaba saltando de él.

  El enorme dragón se quedó con la boca abierta, iba a rostizar al conejo, pero ante el reproche de la pelirroja, soltó—, lo que parecía ser,— un suspiro, soltando humo y se giró para acostarse en el césped.

—¿Es tuyo? —una voz a su espalda la hizo sobresaltar, girandose a ver a un niño de cabello negro y ojos celestes. Parecía ser de su edad.

  Lucy lo miró sorprendida.

—No, ¿tú quién eres? ¿qué haces aquí? —preguntó Lucy sorprendida, a la vez que Drogo se levantaba molesto y Mantis y Eagan aterrizaron a los costados de Lucy, haciendo que una ventisca agitara los cabellos pelirrojos y azabaches de los niños.

—Soy Nolan... —el niño dió unos pasos hacia ella para presentarse, pero Eagan soltó un rugido, haciendo que el niño se detuviera aterrado—  Martin —susurró el niño.

—Ahg, basta —les dijo Lucy a los dragones. Nolan la miró confundido—. A tí no te digo —rodó los ojos.

—¿Hablas con... esos...? —el niño señalaba los dragones, no sabia como definirlos ya que parecían entender lo que decían.

  Pero el no entendía lo que rugían.

—Son mis hermanos —dijo Lucy, inclinando su cabeza levemente hacia la derecha, inspeccionando al niño.