53. 𝗗𝗔𝗥𝗜́𝗔 𝗠𝗜 𝗩𝗜𝗗𝗔 𝗣𝗢𝗥 𝗟𝗔 𝗧𝗨𝗬𝗔

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.capítulo cincuenta y tres

                                 —¿Y SI SIMPLEMENTE NO ALZO EL MEÑIQUE? —preguntó Lucy por tercera vez, cansada de alzar la taza con té y no poder tomarse el té

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                                 —¿Y SI SIMPLEMENTE NO ALZO EL MEÑIQUE? —preguntó Lucy por tercera vez, cansada de alzar la taza con té y no poder tomarse el té.

  La mujer, Jessica, la instructora de Lucy la miró por unos segundos y vio que la niña rodaba los ojos, pero al darse cuenta que la veía, sonrió inocentemente.

  Jessica soltó un suspiro cansada y dijo:

—Ya es suficiente por hoy, alteza, puede irse... —pero antes de que siguiera, Lucy se levantó rápidamente de su asiento y salió corriendo del salón, gritando:

—¡Gracias, Jessica!

  Jessica soltó otro suspiro cansada.

  Lucy corrió por los pasillos, casi atropellando a unas sirvientas que tenían ropa limpia en un canasto.

—¡Princesa, cuidado! —gritó una, haciendo equilibrio para que no se le cayera la canasta.

  Lucy hizo caso omiso y siguió corriendo en dirección a su cuarto, lo primero en hacer al cruzar la puerta fue tirarse boca arriba en su cama. Soltó un suspiro cansada y mirando el techo, alzó su brazo derecho para observar el brazalete que le había regalado Harry.

  Era hermoso, el dije de un dragón colgaba del brazalete.

  Harry sabía que le encantaban los dragones.

  Éso la hizo sonreír.

  Luego recordó algo, dragones, ella tenía uno. Miró automáticamente hacia su baúl que estaba al lado de la mesita.
  Se levantó de un rápido salto y sin despegar la mirada del baúl, avanzó hasta él y lo abrió sin dudarlo. Un cofre ocupada el mayor espacio en el baúl, por lo que lo sacó rápidamente de allí y lo dejó—, como pudo,— sobre el suelo.

  Se quitó el collar y lo introdujo en la cerradura, para luego girarla y abrir el cofre.
  El huevo rojo seguía allí, intacto.

  Temiendo por romperlo y como si estuviera hipnotizada por él, lo agarró con cuidado y lo sostuvo entre sus manos. Lo acomodó entre sus brazos como si fuera un pequeño bebé recién nacido.

—La conección con tu dragón es muy fuerte —dijo la voz de Katherine, haciendo que Lucy se sobresaltara y sostuviera mejor al huevo.

  Giró su cabeza para ver a la platinada cerrando la puerta.

—¿Qué haces aquí? —preguntó Lucy de malhumor, volviendo a mirar al huevo, mientras Katherine se acercaba lentamente hasta ella.

—Jessica me dijo que las clases no te están gustando —dijo calmadamente, tanto que a Lucy le recordó a Dumbledore.

✓ DRAGONS, harry potter [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora