✓ DRAGONS, harry potter [#1]

16. 𝗡𝗜𝗖𝗢𝗟𝗔𝗦 𝗙𝗟𝗔𝗠𝗘𝗟

         EL RESTO DE LAS VACACIONES FUERON RUTINARIOS, Lucy se encontraba con Cedric todos los días en su lugar favorito, charlaban, se contaban todo, absolutamente todo. Lucy se desahogaba con Cedric, ya que extrañaba a Hermione y Sara aparecía siempre que ella no estaba con Cedric, pero en vez de hacerle compañía, le pedía tareas, como si Lucy fuera su Jefa.

Aunque Sara aseguraba que era su Jefa. Lucy lo negaba, pero nunca lograba hacer cambiar de opinión a Sara. Era como hablar con una pared, ya que solo la escuchaba cuando le daba órdenes y la ignoraba cuando trataba de hacerle entrar en razón.

Lucy caminaba por los pasillos junto con Sara a su lado.

—¿Quiere agua o comida? ¿Quiere que empuje a los que se atraviesan en su camino? —preguntaba Sara, y Lucy frunció su ceño confundida al escuchar la última pregunta.

—¿Y eso qué? —preguntó Lucy y Sara se encogió de hombros.

—Son súper molestosos y quiero que mi Jefa... —Lucy soltó un suspiro de cansancio al escuchar otra vez como la llamaba, tal vez se acostumbraría con el tiempo, pero aún no—, y ellos —señaló a tres alumnos de Hufflepuff que pasaban por el mismo pasillo, riendo y hablando felizmente— estorban a mi jefa.

—Es como si me estuvieras pidiendo permiso para asesinarlos —murmuró Lucy mirando a la rubia.

Sara gruñó a los tres estudiantes, asustandolos y éstos salieron corriendo, asustados.

—Recuerdame llevarte a mi orfanato para presentarte a la Señora Patty —dijo Lucy sonriendo con perversidad e imaginando a la Sra. Patty corriendo, mientras que Sara la perseguía con su varita por gritarle a Lucy.

—Lo haré —aseguró Sara con una sonrisa.

—¡LUCY! ¡SARA! —una voz muy conocida se escuchó desde el otro lado del pasillo.

—¿Hermione? —Lucy y Sara giraron a ver a la castaña correr en dirección a ambas, dejando sus maletas a mitad del pasillo.

—¡HERMIONE! —ambas chillaron de felicidad al ver a su amiga devuelta. Corrieron hasta ella y la abrazaron, casi volteandola al suelo.

—Las extrañé —dijo Hermione con felicidad, sin poder borrar su sonrisa.