85. 𝗙𝗢𝗥𝗧𝗔𝗟𝗘𝗖𝗜𝗘𝗡𝗗𝗢 𝗘𝗟 𝗩𝗜́𝗡𝗖𝗨𝗟𝗢

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.capítulo ochenta y cinco

                  LOS DÍAS PASABAN y los entrenamientos de Fayna subían de nivel

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                  LOS DÍAS PASABAN y los entrenamientos de Fayna subían de nivel. Lucy comenzó a bañar, a matar verdor y alimentar a Rawraq sin que Fayna se lo dijera. Lo cual hacia que la mujer mirara con orgullo a su alumna.

Un gran don estaba en Dhananjay y ella lo sabía, tenía el don que solo Katherine había tenido en toda la historia.

Y confirmó aquello cuando la vio el Martes por la mañana, en campo abierto, junto con Rawraq.

Fayna observaba desde lejos, tratando de que Lucy no se diera cuenta de su presencia.

—Vamos... Vamos... —murmuraba Lucy, tratando de escalar por el ala del dragón.

Pero no llegaba hasta el lomo, ya que se resbalaba y volvía al suelo, pero no sé rendía y seguía intentando.

—Si me dejas montarte te mataré dos cerdos como premio —dijo Lucy, viendo a Rawraq a los ojos.

Lucy ya no se preocupaba por su cabello desde que había empezado los entrenamientos con Fayna. Eso no significa que no lo lavaba, pero no le importaba no peinarselo, por lo que su pelo parecía la de un león y el viento de aquella mañana no ayudaba.

Ante el comentario de Lucy, Rawraq se quedó inmóvil, pero no dió ninguna señal.

Los dragones jamás dejaban que cualquiera los montarán, eran orgullosos.

Lucy retrocedió una gran distancia, viendo cómo objetivo el lomo del dragón. Se lanzó a correr, y cuando sus pies descalzos lograron escalar el ala del dragón. Rápidamente se agarró del lomo, a la vez que resbalaba y quedaba allí, haciendo fuerza para subir.

—Vamos, Dhananjay... —murmuró Fayna, viendo a la pelirroja utilizar todas sus fuerzas.

Rawraq giró su cabeza, viendo a Lucy tratar de subirse.

Al menos no parecía enojado. Pero Fayna no distinguía el gesto del dragón, ¿en qué pensaba?

Y entonces, Rawraq alzó su ala derecha, en dónde Lucy estaba y la chica se sostuvo más fuerte ante la impresión.

Rawraq había estabilizado el ala, para que fuera más fácil para Lucy subir.

Fayna miró asombrada al dragón. No veía tanto amor maternal en un dragón desde el de Katherine.

Lucy no dudó en gatear hasta el lomo del dragón, sentándose sobre él. Sonrió como nunca en su vida.

—Gracias —le susurró Lucy a Rawraq, mientras acariciaba las alas del dragón.

Estaba más que felíz.

Y entonces, Fayna se acercó aplaudiendo. Lucy observó a la mujer.

—Me impresionas, Dhananjay —dijo Fayna, sonriendo por primera vez ante Lucy.

✓ DRAGONS, harry potter [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora