32. 𝗡𝗢 𝗠𝗘 𝗙𝗜́𝗢 𝗗𝗘 𝗘́𝗟

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         Cuando salieron a las escaleras de mármol, el grupo se separó

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         Cuando salieron a las escaleras de mármol, el grupo se separó. Percy
musitó vagamente que necesitaba otra pluma. Fred y George habían visto a su amigo de Hogwarts, Lee Jordan. La señora Weasley y Ginny fueron a una tienda de túnicas de segunda mano. Y el señor Weasley insistía en invitar a los Granger a tomar algo en el Caldero Chorreante.

—Nos veremos dentro de una hora en Flourish y Blotts para compraros los
libros de texto —dijo la señora Weasley, yéndose con Ginny—. ¡Y no se acerquen al callejón Knockturn! —gritó a los gemelos, que ya se alejaban.

  Lucy, Harry, Ron, Sara y Hermione pasearon por la tortuosa calle adoquinada. Las monedas de oro, plata y bronce que tintineaban alegremente en la bolsa dentro
del bolsillo de Harry estaban pidiendo a gritos que se les diera uso, así que
compró cinco grandes helados de fresa y mantequilla de cacahuete, que
devoraron con avidez mientras subían por el callejón, contemplando los fascinantes escaparates. Ron se quedó mirando un conjunto completo de túnicas de los jugadores del Chudley Cannon en el escaparate de Artículos de calidad para el juego de quidditch, hasta que Hermione se lo llevó a rastras a la puerta de al lado, donde debían comprar tinta y pergamino.

  En la tienda de artículos de broma Gambol y Japes encontraron a Fred, George y Lee Jordan, que se estaban abasteciendo de las «Fabulosas bengalas del doctor Filibuster, que no necesitan fuego porque se prenden con la humedad», y en una tienda
muy pequeña de trastos usados, repleta de varitas rotas, balanzas de bronce torcidas y capas viejas llenas de manchas de pociones, encontraron a Percy, completamente absorto en la lectura de un libro aburridísimo que se titulaba "Prefectos que conquistaron el poder".

—«Estudio sobre los prefectos de Hogwarts y sus trayectorias
profesionales» —leyó Ron en voz alta de la contracubierta—. Suena
fascinante...

—No toques eso, Sara —la regañó Lucy a la rubia al verla extender su mano a un objeto de cristal que parecía frágil.

  Sara hizo un puchero y se alejó del objeto.

—Marchense —les dijo Percy de mal humor.

—Que humor —soltó Lucy por lo bajo.

  Harry la miró con una ceja alzada, divertido por aquella oración. Como si ella estuviera de buen humor todos los días.

✓ DRAGONS, harry potter [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora