Niños jugando, niños dibujando; niños riendo y llorando. Niños peleándose por un mismo juguete, a la vez que otros se disipan, saltan y hasta cantan. De repente, un niño sale correteando detrás de otro alrededor de un muñeco de nieve, y el enfoque se mueve a través la ventana que muestra el patio hasta la niña que está dentro de la estancia marrón iluminada con una luz tenue. Ella está haciendo un dibujo al lado del árbol de Navidad sin parar de moverse al ritmo de la música, como si bailara sentada.
—¿Con quiénes pasarás esta Navidad?
La pequeña alza la vista hacia la cámara, sonriendo.
—Pues con mi mamá, mi papá, mi tío, mi abuela, mi prima...
Todos se empezaron a reír cuando seguía enumerando a alguien tras otro moviendo los hombros.
—¿Y cuántos regalos tendrás esta Navidad?
—No sé —contesta.
—¿Por qué?
—Porque... mi mamá compra mi tratamiento y... es muy caro.
La música paró y la niña siguió sacudiéndose. Dejó de verse como algo normal, y pasó a verse de otra forma. Fue entonces que los padres descubrieron no se trataba de un vídeo promocional navideño del colegio, sino uno del centro de niños especiales. Una voz de una señora apareció mientras la sucesión de imágenes continuaba.
—Nosotros no somos gente que vive en la calle. Ante los demás, somos otra familia de clase media. Nadie sabe que lo que nos cuesta llegar a fin de mes excepto yo. Mi hija está en un colegio, yo tengo un trabajo, pero al llegar a casa, hay deudas que no llegamos a cubrir... y la asociación nos ayuda reforzándolos en todas aquellas horas de colegio que se ha perdido por ir a médicos, sin que nos supongan aún más gastos.
Acto seguido se escuchó la voz de otra mujer.
—Es una forma, de que te quiten el peso de lo que un extraescolar te supone, tenga tu hijo más o menos dificultades.
"Porque aunque había una serie de características que los distinguieran, la realidad era que los niños eran niños; sin importar la clase social a la que pertenecieran o los problemas secundarios que pudiesen tener" —pensó Candy.
Lex apareció una vez la proyección en la pared —justo la que se ubicaba al lado de las escaleras— se detuvo, cogiendo el micrófono con una mano mientras que con la otra sacudía nerviosamente el borde de su camisa blanca.
—Y bueno, solo quería aprovechar la ocasión para... pues, ehm, decir que si alguien lo desea, está invitado a hacer una donación para que estos niños puedan tener un regalo por parte del centro y que también siga abierto para ofrecer la ayuda que hasta ahora están aprovechando muchos padres —anunció—. Es una asociación, por tanto solo recaudan fondos a partir de ciertas actividades, no reciben ningún otro ingreso por su labor. Si podéis, espero que lo hagáis. Eso era todo.
Los aplausos fueron aplacados por el silencio en el interior de la mente de Candy, en la que solo estaba presente el recuerdo de la ayuda de Ethan con la elaboración del vídeo, su rechazo cortés a la invitación a la reunión en la casa de Sienna después de asegurar que "iba a sentirse incómodo" y viéndose a ella misma siendo la mensajera entre el dueño de la idea y el que la ayudó a realizarla, hasta esa noche.
El evento tampoco era tan serio, todos iban vestidos con buenos conjuntos pero informales. El público se conformaba por once parejas de adultos y sus hijos, por eso la elección de las reuniones navideñas de la clase solo se repartía entre las casas que fueran algo grandes. Una de de ellas era la que pertenecía a los padres de Sienna, con un espacio lo suficientemente amplio como para albergar a más de veinte personas en la planta baja. Por el momento, todos se habían concentrado en un espacio para poder proyectar el vídeo, y el grupo en una esquina a la espera de Lex.
![](https://img.wattpad.com/cover/185619978-288-k268113.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Perfectamente equivocados
RomanceAtraídos como imanes, Candy y Lex se unirán para continuar siendo los mejores estudiantes del colegio sin renunciar a la libertad que el último año de bachillerato amenaza con arrebatarles. Ambos conocen parte de la crudeza que conlleva la perfecc...