[Capítulo 22]

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«¿Crees tener lo necesario para siquiera luchar contra mí? ¡Un miserable proscrito como tú debería sentirse afortunado de poder pisar el mismo suelo por el que yo he andado!»

«Quizá sea un paria de mi mundo... pero yo... ¡yo soy el poseedor del ojo eterno! Y con éste... puedo ver el abismo, la realidad en ti...»

«¡¿U-un humano como tú?! ¡Tonterías!»

«No eres nadie ante mí... ahora que puedo ver la verdad. Ahora... ahora que conozco la realidad de tu nombre, ¡Azlatael!»

«¡Imposible! ¡Escoria del bajo mundo! ¡Haré una hoguera con tus huesos...!»

Terminé apartando los mangas que Sanae me prestó, aquellos que insistió tenía que leer pues bien desde que nos conocimos, el color distinto de mis ojos le recordó a un personaje en específico. Lo cerré para dejarlo con cuidado sobre la mesa, ponderando sobre aquello que leí por un par de horas seguidas.

Me desperecé botándome sobre el tatami.

—Sanae, ¿qué clase de tontería es el ojo eterno?

22
Conocimiento básico

—Es muy malo —contestó entre risas—. La historia trata supuestamente de un joven que ha viajado por todas las dimensiones para fusionarse con todas las versiones de sí mismo de dichas realidades, todo para realizar una tarea importante.

—Una tarea importante —repetí con tono acusador.

—No lo sé. Jamás obtuve los tomos finales, aunque no es como si me hubiese molestado en buscarlos.

—¿Y por qué tienes algo así contigo?

—Vamos, no puedes tener todo lo bueno sin haber pasado por lo malo —tomó el manga que dejé, recostándose para hojearlo—. Además da risa, está muy mal escrito. ¿No quieres ver mejor uno de piratas? O quizá de ninjas.

Ya salía de la habitación tratando de disimular la risa. Necesitaba despejar las ideas.

—Quizá luego, por ahora paso.

Una semana. Ese fue el tiempo que transcurrió desde el día en donde me vi capaz de dar por finalizada la primera etapa en la afinidad al viento. Siete días en los cuales mi desempeño avanzó en picada, alcanzando un punto muerto en el cual me hallaba entonces. La fase secundaria constaba en que descubriera el dominio del viento, una labor que si eres capaz de vislumbrar, podrás comprender su complejidad. No conocía lo verdaderamente complicado de aquello, lo que hizo el numerito entero fuera tres veces más desafiante. Muchas veces Suwako e incluso Kanako cuando llegábamos al templo, repetían que eran capaces de percibir ese don saliendo a flote el cual me dota con la capacidad de controlar el viento para que siguiera mi comando; por otro lado para mí fue imposible reconocerlo o afirmar que siquiera algo cambiaba.

Durante la segunda fase debía arrebatarle las esferas de papel a Sanae. Al conseguirlo daría fin a ésta, pudiendo comenzar con el entrenamiento avanzado. No obstante y siendo todo lo frustrante que se puede ser, encontré imposible y hasta inútil cualquier esfuerzo por querer discernir lo que es la afinidad a este elemento. Esa era la única condición, de que si se las quitaba, debía ser usando el mismo elemento. Día tras día fue siempre lo mismo, quedándome parado en los postes sintiendo el cambio de las corrientes que me rodearan, tratando de figurar cuál era la clave para conseguir que el viento respondiera ante mis intentos. Y no puedo decir cuántas veces lo intenté y cómo en todas y cada una de ellas fallé. Siempre comprendiendo menos.

Fue tras percatarse de mi bloqueo que Sanase decidió detenerlo todo, sugiriendo que me tomara un par de días. Y aunque renuente al principio eventualmente coincidí que sería lo mejor para todos. Durante esos días me mostró su colección de mangas sobre los que me contó tanto. No paró de repetirme lo mucho que significaban para ella, invaluables al no poder reemplazar ni un solo. Se mostró deseosa en que los leyera. Encontré historias de héroes salvando a gente inocente de un mundo sumido bajo la tiranía de un villano supremo, señor y amo de toda la maldad. Tiranos guiados por el infortunio, mismos que llegaron a dicho lugar por la ruleta del destino y su suerte. Romances de academia, jóvenes y adultos. Dramas, misterio, horrores y fantasía que encontré más adecuada para detallar la realidad que vivíamos.

[Touhou] Relato de un Híbrido: Eco de una vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora