[Capítulo 30]

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Hasta la chispa más pequeña es capaz de empezar un incendio incontrolable. Se trata de un tipo de sabiduría que alguna vez se repitió hasta la saciedad. Quienes concibieron estas palabras las volvieron una clase de conocimiento que dejó de verse en la necesidad de transmitirse. Incluso en Gensokyo era bien sabido. Verla a ella bajar las escaleras con su armonioso andar, admirar su rostro y la belleza inmaculada que porta su temple provocaron que se desencadenara la chispa de mis memorias. Esas que alguna vez permanecieron detrás la pesada puerta del presente y aún incierto futuro. Todas y cada una de ellas se liberaron de su confinamiento, lacerando aquello que cuidé por tanto, haciendo que perdiera la fortaleza que cultivé por años. Entre el revuelo de imágenes que se revelaron por sí mismas, entre cada uno de los recuerdos que se abrieron paso; Entre el desastre sobresalió la imagen casi olvidada de mi madre. Lucían idénticas; salvo el color de cabello y ojos, pero aun así fue inconfundible. No pude soportar ese impacto que su imagen gentil y aura cándida causaron en mí ser y si acaso pude mantenerme cuerdo, fue por reconocer a quien se detuvo delante nuestro.

A Saigyouji Yuyuko. La princesa de Hakugyokurou.

30
La Princesa Fantasma

—Es cierto, dos mortales han llegado a Hakugyokurou. Y veo que la sacerdotisa Hakurei nos honra con su presencia junto a un joven caballero.

Verle fue demasiado. No me hallé bien del todo después de la sorpresa que su rostro causó, pues por si fuera poco su voz era dulce y encantadora, lo que no facilitó que pensara con sensatez. Traté de presentarme ante ella, dedicar un saludo cordial, mas resultó que en su lugar no pudiera articular las palabras por más sencillas que fuesen. Así como su imagen, algo aún más abrasador emergió de ella. Es su presencia que pertenecía a la de alguien fuera de cualquier límite; y sí, me lo pensé hasta considerando su naturaleza como fantasma. Hasta estando separados verle no resultó ser menos a desconcertante. Tan pronto le vi avanzar flotando el instinto gritó que retrocediera a prisa. Y no es que fuera llevado por el miedo pues en su lugar, fue más bien incertidumbre lo que sentí. No me dejaba comprender qué es lo que sucedía. Repetí incansable para mis adentros las veces que fueron necesarias que no, no podía ser realidad que hallara la imagen de mi madre en un lugar como lo es el mundo espiritual. Los trozos de mi mente que aún retuvieron cierta cordura insistieron que la mirase y lo confirmara. Que no era cierto, que no podía serlo.

Pero acabó siendo lo mismo. Eran idénticas. Perfectamente iguales.

—Pues sí —dijo Reimu—. Vine acompañándolo a él.

La mano de Reimu que posó en mi hombro causó que sintiera una alarma dispararse. De no ser porque sostuvo de mí con fuerza hubiera saltado allí mismo. Casi lo hice, de hecho. El impulso hizo que casi chocara con la princesa fantasma, echando el peso hacia atrás para evitarlo.

Ella saludó con gesto infantil.

—¿Son amigos?

—Lo somos. De hecho le hago el favor de haberle acompañado hasta aquí pese a que él no lo haya querido.

—Eso es tan considerado de tu parte, Reimu —me echó un vistazo—. Y ¿cómo te llamas? Yo soy Yuyuko.

Se acercó aún más, tanto que hasta pude captar el frío de su cuerpo fantasmal. Reimu no me dejó moverme.

—Kamigo Kenro —contesté apresurado, casi gritando.

Ella entonces actuó tan a prisa que no pude ni adelantarme. Acercó el rostro todavía más a mí, ladeando la cabeza en gesto de curiosidad, fijándose en el semblante que estaba a poco de caérseme a pedazos.

Entonces se apartó, asentando para sí misma.

—Kenro. Cómo no darse cuenta antes —dejó de levitar, llevándose una mano al pecho—. Eres tú, el que porta esa mirada misteriosa como la noche y con la quietud de ésta, llena de secretos y preguntas sin respuestas. El joven híbrido humano y tigre de Gensokyo, quien es originario del mundo humano. Poseedor de la afinidad al fuego y viento. Amigo de Youmu y dueño indiscutible de la espada de filo negro, Sumiken. Tu espada —suspiró e hizo una pausa—. He esperado tu visita desde hace tiempo.

[Touhou] Relato de un Híbrido: Eco de una vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora