Nadie le llamó y en consecuencia su nombre corrió el riesgo de ser olvidado, ahogado en un cruel silencio que tuvo como precursor un grito ahogado que terminó por sumir a éste en una enardeciente quietud. Durante su ausencia —de carácter remarcable— fue de esperar que los días tuvieran una esencia distinta, una que ya no era la misma que marcó a los ciclos humanos y youkai. El orden que se conoció llegó a ser reemplazado, ya nadie tuvo la certeza de poder afirmar qué era lo correcto u obra del delirio. Es por eso que nadie le esperaba, porque tras irse y de no regresar, fueron pocos quienes le recordaban como cada año. Probablemente por eso soñé con mi antigua cabaña del Bastión de los Vientos, con sus cristales siempre empañados y manchados que no dejaban ver más allá de la silueta de un árbol solitario; con esos minutos al despertar levantándome en apuro aún somnoliento, débil y con la boca seca, buscando en el suelo de mi improvisado hogar por algún periódico olvidado o leño seco. Pude recordar la sensación de la pobre luz de un fuego tímido, uno cuyo calor me otorgó fuerzas para asir la manta a mis pies, dándole la bienvenida a un nuevo día que compartía la oscuridad de la noche anterior.
Vi mi aliento elevarse frente a mi rostro.
Sí, el invierno había vuelto.
39
Roto sin grietasEn Hakugyokurou es posible experimentar un reflejo de lo que ocurre en el exterior, del clima por supuesto. Refiriéndonos a Gensokyo como este, eso significa que cualquier cambio por improviso o leve que fuera, también tomaba lugar dentro del mundo espiritual. Ambos mundos pertenecieron alguna vez al humano, lo que hace comprensible que estos tuvieran tan fuerte conexión aun sin el portal que fue abierto en su momento. Con su apertura ese vínculo se intensificó.
Recuerdo durante esa mañana despertar ligeramente confundido, mirando al exterior donde el cielo oscurecido contenía un mar de nubes íntegramente idénticas. Una impetuosa nevada había tomado lugar horas antes, dejando así una ligera cortina que aún caía, cubriendo el resto de los árboles y a la mansión misma. Contemplar la colcha de perfecta blancura que descansaba en lo extenso del jardín y lo impecable que se mantenía al borde de lo demás, hizo que recordase lo que antes ya he mencionado. Era indiscutible que en Gensokyo había nevado y aún lo hacía entonces. El invierno que empezó sin previo aviso, sin siquiera haber podido experimentar el comienzo de las estaciones previas, tal y como dictaba el orden, no fue precisamente tranquilizador de apreciar en un principio.
Apresuré conclusiones. De pronto di por hecho que algo ocurría fuera del Meikai. Cada uno de los incidentes que continuaban sin ser resueltos y el misterio que cada uno de ellos encerraba. No me pude convencer de que hubiera terminado. Si creía en el potencial y habilidades de Reimu para resolver lo que se le pusiera enfrente era un tema por completo distinto. Ya no sabía ni qué empezar a pensar.
———
———
————De modo que robarse las estaciones es posible. Lo que dio lugar al invierno de hace seis años.
—Capturar la esencia de la primavera fue esencial para que ésta convergiera en el árbol gigante de cerezos. Se buscó dotarle de más vitalidad que la de cualquier otro cerezo del Meikai.
—Fue imposible —dijo Yuyuko-sama—. El árbol parecía negarse a despertar de su extenso letargo, de modo que perdimos el interés; además de que la pequeña Reimu hizo acto de presencia.
—Marisa también se presentó —añadió Youmu con fastidio—. Rompió muchas de las lámparas de piedra y dejó libre el fuego en éstas. Ella es la causante de que más espíritus dejaran el Meikai.
Fue de esperar que Reimu terminara omitiendo distintos detalles cuando me relató de su participación en los numerosos incidentes, pequeños y grandes, en los que formó parte. Gracias a ello y a mi obstinación de no tomar interés en la información que manejaban los tengu, es que era de aquellos que no poseían conocimiento profundo de una historia tan conocida como lo fue el de entonces. No me afectaba haberlo tenido en cuenta tarde o temprano, pero hubiera concebido con mayor rapidez aquello que brindó sentido a todos los sucesos de los cuales me terminé desprendiendo con tanta facilidad y rapidez:
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[Touhou] Relato de un Híbrido: Eco de una vida.
Fanfiction[東方] 𝐇𝐚𝐧𝐲𝐨𝐮 𝐧𝐨 𝐦𝐨𝐧𝐨𝐠𝐚𝐭𝐚𝐫𝐢: 𝐉𝐢𝐧𝐬𝐞𝐢 𝐧𝐨 𝐡𝐢𝐛𝐢𝐤𝐢. Soñé con la luna y el filo de su figura, con el aroma de las flores y el sereno de las mañanas. Conocía el nombre de la oscuridad. La llamaba y ella acudía a mí. Su nombre...