Mi lugar favorito - Juan Pablo Villamil

.16.

Habíamos ido a mi departamento para dejar a Archie y buscar al par de enamorados que Vivian temporalmente en aquel lugar. Iba sentada de copiloto observando las calles de la ciudad alejarse para ir directo al aeropuerto.

Sabía que en una hora volvería a recorrerlas, pero sola. Sentí que tomaban mi mano tiernamente, bajé mi vista y villa se había amarrado a mí. La llevo a sus labios dándole un poco de todo el amor que siempre me daba.

Sonreí, pero cada vez que sonreía sentía que esta se hacía más pequeña. Quizás por la situación, quizás porque ya empezaba a extráñalos, a extrañarlo a él. Eran mi familia en este lugar y sin embargo ellos iban a vivir una aventura y yo me quedaría a esperar, a ver los días correr lentos.

- Al fin llegan – sonrió Moncho

Me acerque a ellos regalándoles un abrazo a cada uno.

- Lo siento, tuvimos que dejar a Archie en el departamento y esperar a que Ana termine de alistarse – nos justifique

- ¿Archie? – frunció el ceño Martin

- Tengo un pequeño hijo – sonreí orgullosa

- Veo que te gusto el regalo – Moncho me abrazo por los hombros

- ¿Tú lo sabias? – lo observe confundida

- Acompañe a papo a buscarlo

Sonreí con ternura frente a su confesión.

- Gracias – murmure

- No hay de que – hablo en un mismo tono

- Me alegra que vayas a ver a Nath – confesé

El asintió con la felicidad encriptada en su seriedad, nos habíamos alejado un poco del grupo para hablar.

- Me hubiera gustado que viaje con nosotros, ya sabe – movió sus hombros – además de ser la novia de Villa, forma parte de nosotros también

- En otra oportunidad será Moncho – intente ocultar lo que me dolía quedarme aquí – no será la última vez de esto

- Es verdad – afirmo – Nath te extrañara

- No tanto como te extraña a ti

Sonreí, me ponía tan feliz por él. Pero luego suspire y disminuí aquella acción cuando voltee a ver con un poco de cuidado hacia donde estaba mi novio.

- ¿segura que estarás bien?

Asentí sin dejar de verlo, se encontraba riendo por alguna ocurrencia del pequeño Vargas. Se veía tan lindo.

- Él te extrañara

- Solo – murmure y volví a verlo tímida – intenta que no se cuestione por no haber suplicado más que viaje con el

El asintió, pero aclaro su voz para continuar hablado

- Tu intenta sonreír un poco más para que sea más creíble que no te duele esto

- Es que me acostumbre a él Moncho – susurre observando a Villa – y creo que ahora esto es un horror

- Y lo mejor a la vez – volví mi vista hacia el – tu eres lo mejor que le paso – el sonrió – ya, ven aquí – abrió sus brazos con una sonrisa

Me acerque a el gustosa y lo abrace también.

- Prometo cuidarlo – murmuro

Eleve mi vista hacia el aun en su abrazo y achine mis ojos.

- Te conviene – lo amenace – pero también cuídate y cuida a los chicos porque si no ardera Troya. Dile a Nath que haremos video llamadas para que no me extrañe tanto.