Narrado por Catalina Villamil
Sonreí al mesero que dejaba aquel café en mi mesa, cerré mis ojos con fuerza intentando no llorar. Quería volverme fuerte, inquebrantable, para poder sobrevivir a Ludmila. Para poder sobrevivir a mi vida sin mí papa cerca porque no quería volver a esa casa. Esperaba que su promesa de no desarmar nuestra familia recuperando a mama no sea mentira porque todo era un gran peso dentro de mí.
- Arañita
Fruncí el ceño confundida y me acerqué a la puerta de mi cuarto.
- ¿papito?
- Ven un momento
Baje corriendo las escaleras con emoción.
- Ey tranquila – suplico con risa – no quiero que te caigas
- Ay papito, eso no sucederá – sonreí – el tío Martin ya me enseño como bajar rápido para no caerme, ¿quieres que te enseñe?
- Mejor, intenta no lastimarte – suplico – no quiero que te suceda nada
- Pero es divertido
- Lo sé, para ti lo es – movió sus hombros – pero para papa no, sabes que puedo asustar mucho si te sucede algo, ¿verdad?
Reí arrugando mi nariz, el me extendió su mano. Era más grande que la mía, papa era un súper gigante increíble, sentía que no iba a soltarme jamás. Papa siempre decía que iba a estar conmigo, tomándome la mano, jamás me dejaría sola.
Ambos caminamos hacia los sillones de la sala. Me senté a su lado curiosa, el movió sus cejas divertido y me hizo señas para que observara la mesa.
- ¿Qué es eso? – fruncí el ceño
- Es un regalo – sonrió con emoción – para ti
- ¿para mí? – me emocione y me acerque a la mesa, era una gran caja color rosa
- Para ti
- ¿de quién? – fruncí el ceño confundida
- ¿Cómo que de quién? – frunció el ceño – de papa, puedes abrirlo si quieres
Volví mi vista emocionada hacia la caja e intente abrirla, pero papa termino por ayudarme. Abrí mis ojos con emoción cuando vi al instrumento ahí.
- ¿es para mí? – vire mis ojos con gran impacto hacia mi papa
- Claro que si – sonrió orgulloso
Abrace su cuello con emoción, tenía mi propio banjo al fin.
- Gracias papito – lo abrace con más fuerza, bese su mejilla
- Ya arañita, ya – comenzó a reír – de nada, mi amor
- Te quiero – volví a besar su mejilla
Lo solté y volví mi vista hacia el banjo. Emocionada lo saque de ahí. Era más grande que yo, pero no importaba porque papa me ayudaría.
- Mira mama – grite mientras ella bajaba las escaleras con mi pequeño hermano
- No, un banjo – rio emocionada y se acercó a nosotros para sentarse al lado de papa – vas a poder tocar todo lo que quieras, al fin
- Si – sonreí con emoción
- Y con el tío Isaza – hablo mama divertida
- Va a tocar con papa – papa la observo con el ceño fruncido
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Mi lugar favorito - Juan Pablo Villamil
FanfictionSiempre se nos pregunta cual es nuestro lugar favorito, esperando que nuestra respuesta sea algún lugar de toda la esfera azul en donde estamos parados. Pero... ¿Y si el lugar al cual llamamos favorito se convirtiera en una persona? #1 fanficmorat ...