.6. II. segunda temporada

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Toque el timbre esperando que me atendieran. Ni siquiera sabía que diría, que pediría o si suplicaría piedad frente a lo que me pasaba por dentro. Escuche la puerta abrirse, volteando me lleve la imagen de Moncho con su mirada de tristeza.

- Hola – murmure, el solo se hizo a un lado y yo ingrese - ¿está todo bien?

- ¿de verdad lo preguntas?

Luego de eso subió las escaleras molesto, lo seguí temeroso. No sabía con qué me iba a encontrar, pero más que seguro era una ciudad ardiendo como Troya.

- Vaya, miren quien apareció – hablo con sarcasmo Isaza

- No estoy de ánimos para pelear – detuve mi andar frente a ellos – solo quiero ver a Mara y a mi hija

- Tendrá que esperar a que vuelvan – Martin hablo para luego apretar sus labios

- Las muchachas se las llevaron al parque para que podamos hablar los cuatro – comento Moncho tomando asiento y me indico que lo hiciera también

Maldije una y otra vez antes de sentarme, iba a ser una larga y dolorosa conversación, no podía salir corriendo, ni podía desaparecer.

- ¿Cuándo fue que Gabriela se atrevió a volver? – murmuro molesto Martin

- El día del cumpleaños de Cata me envió un mensaje de que estaba en la ciudad y que quería verme – confesé

- Hace casi un mes – acoto Moncho – hace un mes la ve

- No – negué rápidamente – la vi solo una vez y luego antes de ayer

- ¿Cómo puede ser que te confunda con tan solo dos veces de verse? – pregunto algo molesto Isaza - ¿te beso? ¿Qué? ¿Qué hizo? Porque es increíble el poder de manipulación que tiene contigo

- No – baje mi vista al suelo, ojalá hubiese sido un beso nada mas – nos acostamos

Ni siquiera podía ver a mis amigos a los ojos, no pronunciaron ningún sonido y eso me ponía nervioso. Eleve mi vista hacia ellos y note que se observaban entre ellos.

- Díganme algo porque esto me pone nervioso – murmure

Ninguno se atrevió a criticarme, a decir algo al respecto.

- Muchachos – suplique

- Lo único que voy a decir es que, por cubrirte, mara no quiere hablarme – murmuro molesto simón

Cerré mis ojos negando y tirando mi cabeza hacia atrás, no podía creer lo que había generado.

- Lo siento – murmure observándolo – te juro que hablare con ella

- No quiere escuchar a nadie – confeso Isaza – está enojada

- No puede estarlo por siempre

- Si, puede – Martin agrego – puede estar todo lo que quiera – Se levantó del sillón molesto - ¿Cómo te atreviste a hacerle esto? A Mara, Villa – su voz se elevó – a la mujer que te lloro y quien por más cosas que hubiera en nuestra vida se quedó contigo y te acepto como eres

Trague saliva y suspire bajando mi vista al suelo.

- No entiendo, no te entiendo – murmuro – después de todo lo que hizo Gabriela, la prefieres por sobre ¿mara?

- No la prefiero – estaba molesto porque no entendiera – estoy confundido – me hinque del sillón molesto - no significa que no ame a Mara, ni que quiera a Gabriela

- ¿entonces? – simón dio en el blanco

- Entonces no sé qué me sucede – lleve mis manos a mi cabeza y lance un suspiro agotador – no sé qué me sucede y detesto esta situación, pero no puedo lastimar a Mara fingiendo estar cuando no estoy y no porque no sienta que es todo para mí, pero no me siento bien ni conmigo mismo ¿lo pueden entender?

Mi lugar favorito - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora