.8. tercera temporada

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Narrado por Mara Bonnaire

- Hola – murmure cuando atendió la puerta, suspiro y se hizo a un lado para que ingresara

Me tire en sillón de su sala, necesitaba salir de casa y me retire del trabajo ya que no tenía ni siquiera cabeza para funcionar adecuadamente. Isaza se sentó frente a mi esperando a que le contara lo que me sucedía. Yo solo quería llorar, lo que no pude hacer dentro de ese lugar. Mis lágrimas comenzaron a caer una tras otra y no podía detenerlas por nada del mundo.

- Tiene otra hija – confesé

- Ludmila – comento el, yo solo asentí – ¿ahora es seguro? – volví a asentir nuevamente, él se acercó a mí para abrazarme por los hombros, beso mi coronilla y suspiro

- Necesitaba salir de casa porque no puedo mostrarme rota – confesé – no puedo demostrar que esto me duele

- Mara, no puedes consumir tus emociones – me reprocho

- No quiero que se siga sintiendo peor, cata y Mat están enojados con él y yo no quiero ser parte de esto también, no quiero darle el gusto a Gabriela

Me tome de la cabeza y suspire, mis antebrazos terminaron en mis piernas e intente relajarme por unos minutos para seguir hablando.

- Odio a Gabriela, desde que apareció en nuestra vida lo único que hizo fue crear problemas – susurre – y ahora voy a tener que verla toda la vida

- Relájate – suplico – no puedes cambiar eso, pero puedes cambiar el hecho de no dejar que ella interfiera en su felicidad

- Desarmo a mi familia, Isaza – voltee a verlo molesta – no es culpa de la niña, pero ¿porque hizo todo esto? Cata está decepcionada de su padre, ¿entiendes lo que eso significa?

Suspiro y asintió bajando la mirada al suelo. El saber que mi hija había perdido el respeto y el amor que sentía por él, me rompía el alma por todo lo que significaba su relación. Su amor y lo compañeros que eran uno de otro. Ni siquiera sabía que iba a hacer ahora con todo esto. El volvió a abrazarme, extrañaba vivir con él.

- ¿puedo quedarme aquí?

- No – negó rápidamente – usted tiene su propia casa

- ¿Por qué eres así?

- Porque en la medida que diga que sí, luego todos los Villamil vendrán aquí y lo que menos quiero es convivir otra vez con tu esposo, el dramático

Reí frente a eso y golpeé en su estómago con fuerza.

- Antes querías tenerlo para ti y ahora – fruncí el ceño divertida – de todas formas, dramático y todo, es lindo – confesé con una sonrisa

- A veces me pregunto porque hablo de mas – rodo sus ojos

- Ay ya, sabes que es el más lindo de los cuatro – sonreí molestándolo

- Y si es el más lindo, ¿por qué no vas a llorarle a el? – pregunto curioso

- Porque tú eres mi mejor amigo y se supone que estas cosas son mías – confesé – solo quería hacerte parte de mi vida, pero ¿sabes qué? – me levante del sillón y camine hacia la puerta – me voy

- Que fácil fue – comento divertido – pues vete

- Eres un imbécil – abrí la puerta – gracias por escucharme

- Vete de aquí que mis hijos vendrán y no quiero dramatismo en esta casa – bromeo

(...)

Ingrese a casa y suspire cansada, camine hacia la sala y me tire sobre el sillón cerrando mis ojos con fuerza. Ansiaba que esto que pasaba sea algo bueno y que podamos convivir en tranquilidad porque a cada minuto que pasaba esto empeoraba. Cata y Mat no habían hablado con Villa desde ayer y lo ignoraban cada vez que pasaban por su lado.

Mi lugar favorito - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora