.6. tercera temporada

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Narrado por Juan Pablo Villamil

Llegue al café en donde había citado a Gabriela. Respire hondo antes de ingresar, no quería terminar por exaltarme más de lo que ya estaba por su acercamiento con mi hija. Estaba jugando con fuego, estaba queriendo jugar conmigo, jugar nuevamente con mi vida, pero no dejaría que otra vez todo se echara a perder.

Tome asiento frente a ella, sonrió al verme, pero yo solo la observe con seriedad.

- Hola mi amor – hablo con emoción – que lindo volver a verte, me emocione tanto con tu mensaje

- Deja de decirme mi amor, Gabriela – hable con seriedad – esto será rápido, aléjate de mi hija

Ella lanzo una risa irritante, apreté mis labios molesto.

- Eso es imposible – movió sus hombros aun con su sonrisa intacta – ahora es la hermana de nuestra hija

- Ludmila no es mi hija y lo sabes – murmure molesto

- ¿Qué tan seguro estas de eso? – se acercó un poco más a mí – que yo recuerde no la pasabas tan mal conmigo como para que ella no naciera – sonrió e intento acariciar mi mejilla

- Es la última vez que te lo digo – tome de su mano antes de que me tocara, ella frunció el ceño molesta – con catalina no

- Ludmila también es tu hija – hablo con enojo

- Eso lo veremos – solté su mano – nuevamente te lo repito, con mi familia no – me levante de la silla para irme – eso incluye a Mara también – murmure en su oído – no te vuelvas a acercar a Catalina porque no voy a tener piedad, es la última vez que te lo digo

- Por la tarde te espero en el laboratorio que nuestra hija – cerré mis ojos con fuerza – eligió

Salí de ahí antes de que entrara en colapso. Gabriela había desarrollado ese nivel de molestarme, de irritarme en tan solo un minuto y ahora se estaba metiendo en un terreno donde no debía. No iba a dejar que se metiera con mi hija bajo ninguna circunstancia.

Maneje hacia la casa de Isaza, necesitaba hablar con mis amigos antes de hacer cualquier locura.

Toque el timbre de aquella casa, el departamento había quedado en el pasado cuando su familia comenzó a agrandarse. El abrió los ojos con sorpresa y se hizo a un lado para que ingrese y así descargar mis penas en su gran sillón.

- Que grata sorpresa – rodo sus ojos sentándose frente a mí en el sillón

- Gabriela volvió – murmure

- ¿Qué? – hablo con gran impacto

- Con mi supuesta hija

- ¿en qué momento tuvo otro hijo papo? – bromeo

- Ya, deja de reírte – hable con seriedad – porque ese no es el verdadero problema

- ¿entonces? Ay no me lo diga – cerro los ojos con fuerza – Mara

- No – suspire, agradecía totalmente que ella estuviera a mi lado porque todo lo que sucedía era un completo desastre – cata

Isaza frunció el ceño y se acomodó mejor en aquel sillón para escucharme mejor.

- Conoció a Gabriela y le pinto un mundo en donde soy el villano de la historia – murmure, me dolía – ayer me dijo que no sabía que pensar, a quien creerle, que su persona favorita era un monstruo – baje mi mirada al suelo y suspire - Gabriela se está metiendo con mi hija, Isaza

- Sabe dónde pegarte – comento serio – y este hijo

- Hija – lo corregí – ludmila

Abrió sus ojos con sorpresa

Mi lugar favorito - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora