.15. segunda temporada

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Acomode a catalina en su cuna y baje rápidamente las escaleras, me puse frente a Alfred observándolo de forma ruda.

- ¿Dónde está Mara, Alfred? – volví a repetir

- Ay señor Jesucristo – se llevó las manos a la cabeza – no lo sé, si no lo sabéis ustedes que viven con ella menos lo voy a saber yo

- Iba a verse contigo – Marco hablo alterado

- Jamás hablamos, se los juro – levanto sus manos en defensa

Suspire molesto y tome mi teléfono para marcar su número. Espere unos minutos, pero corto la llamada, me separe de él frunciendo el ceño.

- ¿Qué? – Marco pregunto curioso

- Me colgó – hable entre dientes molesto

- Juan Pablo, lo hare por ti – Alfred tomo su teléfono – hola mi amor, ¿Cómo estás? Espero que tengas una buena razón por la cual dijiste que te encontrabas conmigo y no lo estas, tuve que mentir por ti – sonrió – listo, ahora a esperar a que conteste la desgraciada

Esperamos unos minutos y por mi mente pasaba un millón de cosas que le pudieron haber sucedido. Caminaba de un lado a otro por esa sala hasta que se escuchó el sonido del teléfono de Alfred y detuve mi caminar para observarlo.

- ¿es ella? – pregunte cuando Alfred comenzó a leer el teléfono, asintió. Yo solo me acerque a él y puso su mano para que no le arrebate el teléfono - ¿Qué es lo que dice?

- Que está bien, que salió a dar una vuelta – murmuro y luego sonrió

Con marco fruncimos el ceño observándonos confundidos.

- ¿A dónde? – pregunto su padre

Alfred se quedó en silencio por unos minutos y esto me estaba resultando raro, no me estaba gustando para nada.

- Alfred – hable con seriedad

- Está en el café Les deux Magots – comento asustado

- ¿sola?

El ni siquiera contesto mi pregunta, me observo fijamente y entendí que Mara estaba con alguien. Apreté mis labios con fuerza y comencé a maldecirme por mi estupidez de hace un mes.

(...)

- Villa, detente

Caminaba con rapidez tomando el brazo de Alfred con fuerza. Marco iba a la par, el sí que era de los míos. Iría a ver quién era ese alguien con quien ella estaba, para que ella me cortara el teléfono esa persona debía hablarle demasiado o quizás le caía demasiado bien.

- Juan pablo – se detuvo en seco molesto – relájate

- ¿Qué me relaje? – murmure molesto – mara esta con quien sabe y tú me pides que me ¿relaje?

- Muchachos – marco se ponía en medio de ambos – debemos pensar en grupo

- Esperen – Alfred frunció el ceño confundido - ¿ustedes piensan que yo voy a ayudarlos?

Con Marco nos observamos de reojo y asentimos volviendo nuestra vista hacia él.

- Estáis muy equivocados – roto sus pies para irse

- Alfred – lo llame, el volvió su vista hacia mí – por favor – suplique

El suspiro rodando sus ojos y volvió a acercarse a nosotros.

- Lo que hago por el amor – murmuro, yo solo sonreí

Los tres nuevamente nos encaminamos hacia ese café, no había tanta gente por esta zona, pero si la suficiente como para pasar desapercibidos.

Mi lugar favorito - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora