- Eso es trampa – murmure mientras observaba con determinación la televisión
- Aprende a jugar papa – Mat bromeaba
- Eres mi hijo, que yo recuerde le enseñe a jugar – comente
El lanzo una risa leve y ambos continuamos jugando a la play. Necesitaba estos momentos con él para desconectarme de muchas cosas de la realidad. Fruncí el ceño cuando ludmila se puso frente a la televisión.
- ¿Qué sucede? – deje el control sobre la mesita
- ¿catalina no se encontraba castigada? – cruzo sus brazos y frunció el ceño
- Si, ¿Por qué? – encurve mis cejas
- Pareciera que no lo esta
- No entiendo, Ludmila – me encontraba confundido
- Si se encuentra castigada porque está tocando el banjo en su habitación como si nada hubiera pasado
- Mi hermana tiene todo el derecho a tocar su banjo – Mat se levantaba del sillón con seriedad
- Pero es que si papa dijo que se encuentra castigada, ¿Por qué sigue haciendo eso? se supone que el castigo incluye no hacer nada de lo que te guste – bufo – si no, ¿Qué clase de respeto está imponiendo papa?
- Ludmila ¿porque no te callas?
- Mat – lo regañe con seriedad, no era manera de hablar
- Ni siquiera puedo estudiar – agrego bufando
Ludmila en parte tenía razón, pero no iba a hacerle eso a Cata, me quede en silencio frente a eso.
- Papa ¿de verdad dejaras que siga haciendo de las suyas luego de escaparse? – frunció el ceño molesta
Suspiré y bajando mi mirada al suelo negué, esta vez tenía razón. Me levanté del sillón y subí las escaleras para ir directo a su habitación. Cerré mis ojos con fuerza pegando mi frente sobre aquella madera, me odiaría, pero Ludmila tenía razón.
Toque su puerta y el sonido del banjo se detuvo, ingrese con seriedad a su habitación. Ella me observo curiosa y yo baje la mirada al suelo. Suspire e ingrese totalmente poniéndome frente a ella.
- ¿Qué sucede? – murmuro confundida
- Dame el banjo – susurre sin observarla
- ¿Por qué?
- Estas castigada, cata – la observe a los ojos esta vez
- Pero – balbuceo – no – negó rápidamente tomándolo con fuerza
- Vamos, Cata – tire mi mano para que me lo diera
- No, papa – sus ojos comenzaron a ponerse rojos y a mí me comenzaba a pesar todo
- Lo lamento, pero te encuentras castigada y ludmila tiene que estudiar
- ¿y qué? – grito y se hinco rápidamente con el instrumento – papito, no
- Catalina – esta vez debía ponerme serio – dame ese banjo – ella negó llorando – vamos
Ella frunció el ceño molesta y se acercó a tirármelo con fuerza, cerré mis ojos cuando se tiro boca abajo en su cama a llorar. Me sentía pésimo por hacerle esto.
- ¿sabes qué? – volteo a verme furiosa – regálaselo a ella ya que tanto lo quiere
- No hare eso – fruncí el ceño enojado
- No lo quiero - hablo con seriedad – no quiero nada que venga de ti
- Cata, no seas extremista – suplique, eso me había dolido
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Mi lugar favorito - Juan Pablo Villamil
FanficSiempre se nos pregunta cual es nuestro lugar favorito, esperando que nuestra respuesta sea algún lugar de toda la esfera azul en donde estamos parados. Pero... ¿Y si el lugar al cual llamamos favorito se convirtiera en una persona? #1 fanficmorat ...