.5. I. segunda temporada

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Suspire cuando note que comenzaba a amanecer. Me levante del suelo, se me partía la cabeza de tanto llorar.

Observe mi alrededor, ni siquiera sentía que pertenecía a este lugar. Me acerque a la cuna de mi hija y acaricie su rostro tranquilo, mis lágrimas comenzaron a caer nuevamente. No podía estar aquí.

Tome alguna de sus cosas y camine a la que ya ni siquiera era mi habitación. Cerré mis ojos con fuerza cuando note que dormía de forma tranquila que quería ir y abrazarlo con fuerza y suplicarle que me eligiera, pero era más grande mi orgullo que cualquier otra cosa, en silencio saque algunas cosas de la habitación, no quería que me viera ir como una cobarde.

Me mordí el labio inferior con fuerza reprimiendo todos mis deseos, me rompí el corazón leyendo lo que una vez escribimos para ambos, aun se encontraba sobre nuestra cama y Salí de ahí. Tomé a cata que aun dormía como si nada hubiese pasado a su alrededor y desaparecí de esa casa sin dejar rastro.

Toque el timbre de mi viejo departamento, esperando que no se impresionara por mi estado detestable.

- Hola – murmure - ¿puedo quedarme aquí? – mis ojos se pusieron rojos una vez mas

Él se acercó a tomar el bolso que tenía en mi mano y me obligo a ingresar en silencio. Eran las siete de la mañana, no había ningún ser vivo despierto.

En silencio camine hacia mi antigua habitación para dejar que Cata siguiera descansando y cerrando la puerta note que me observaba preocupado, me acerque a el mientras mis lágrimas comenzaron a caer nuevamente.

Me abrazo con fuerzas y escuche un suspiro salir de él.

- Perdón por venir así, sin avisar – murmure

- Puedes venir cuando quieras – acaricio mi cabello

- ¿prima?

Solté a Isaza para observar a Ana que salía de la habitación toda despeinada, se acercó a nosotros con curiosidad.

- ¿Por qué lloras? ¿cata está bien?

Asentí, pero me iba a poner peor cuando comience a contar todo lo que había sucedido.

- Me dijo que estaba confundido, que no sabe que es lo que quiere – hable como pude mientras intentaba no llorar tan fuerte

- ¿Qué? – la voz de Isaza se escuchó con sorpresa

Ana me guio hacia los sillones, ambos se sentaron a mis costados mientras que Isaza me abrazaba por los hombros y Ana tomaba de mi brazo con cariño, escuchando atentamente lo que proseguía de la historia que se había roto una vez más.

- Me engaño – conté – me dijo que apareció alguien de su pasado que lo hizo dudar de lo que quería, me pidió tiempo

- ¿de su pasado? – susurro Ana - ¿te dijo quién?

Negué reiteradas veces.

- Simón me mintió para cubrirlo

- Ay dios – Isaza se tomó la frente con molestia - ¿en qué mierda estaban pensando?

- No lo sé, solo sé que, aunque diga que me ama – inhale con fuerza – según él, se encuentra confundido y yo no quiero ser la segunda opción de nadie

- Tú no eres la segunda en su vida – Ana se encontraba molesta

- Parece que si – comencé a tranquilizarme – parece que hay alguien que puedo hacerlo dudar de eso- murmure - le pedí que si dudaba que no me elija

Note la mirada de Isaza sobre mí, suspiro y me abrazo por los hombros

- No puedo soportar la idea de que tenga que elegir y saber que por un momento dudo de su amor por mi – comencé a llorar otra vez – no saben cómo me sentí cuando me dijo todo eso, ni siquiera sabía dónde me encontraba parada – observe un punto fijo de la habitación

Mi lugar favorito - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora