.22.II. segunda temporada

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Vi por unos minutos la taza de té que me había puesto mi padre al frente, escuchaba el suspiro de Alfred que se encontraba sentado a mi lado. Mi padre se acomodó del otro lado de mí, sentía sus miradas intensas sobre mí.

- ¿Qué es lo que quieres Mara?

La voz de mi padre hizo que dejara de observar la púa de Villa y llevara mi mirada hacia él.

- ¿Qué es lo que quieres hija?

- Nada – murmure

- Mara – Alfred se metía en la conversación – deja de lastimarte

- No me estoy lastimando – lo observe molesta

- Lo estás haciendo – mi padre tomo mi mano – lo estás haciendo contigo, con Villa y lo peor, lo estás haciendo con tu propia hija

Llevé mi mirada dolida hacia él, apreté mis labios con fuerza. Escuchar a cata pedir por el me había destrozado.

- Te pedí disculpas porque la historia se había repetido con ustedes – murmuro y bajo la mirada – pero cuando villa se presentó aquí, cuando lo vi en la puerta – suspiro - supe que él no iba a dejar que eso sucediera, que él era distinto, que él te ama de verdad

- Pero el

- Él se equivocó – hablo Alfred – se equivocó como todo ser humano se equivoca, pidió perdón por sus errores y vino hasta aquí a recuperarte y te dejo ir porque tu estas en modo estúpida y él es un gran idiota por escucharte

- Alfred – lo fulmino con la mirada mi padre

- Perdóname Marco, pero sabes que es cierto – bufo molesto mi amigo – Villa vino aquí a demostrarte las cosas, vino a buscarte, vino a recuperar a su familia

- Ya lo sé – murmure observando la púa – no estoy en modo estúpida, o quizás si – pensé un momento – pero no quiero sufrir más, estoy cansada de todo

- Lo sé, amiga – acaricio mi brazo con amor – lo sabemos muy bien y el también lo sabe

- Antes de subir al avión me pidió que te cuidara, que no permita que llores, hasta eso es capaz de hacer por ti – hablo mi padre – y pienso cumplir con lo que le prometí

Llevé mis ojos hacia él y fruncí el ceño confundida

- ¿y cómo piensas hacer eso? si él ya se fue – volví mi vista a la púa – y no va a volver – murmuré dolida

- Bien, al fin estamos viéndote Mara – murmuro mi padre con algo de entusiasmo – tú lo quieres a el

- Siempre lo quise – confesé

- Pero te olvidaste de eso este tiempo – seco mis lágrimas – te olvidaste de que él era la persona que más quieres en el mundo y si te hubieras visto, aunque él diga que te encontrabas vacía porque te empeñaste en demostrárselo, tus ojos se iluminaron cuando lo viste aquí

- Me encuentro muy perdida – murmure

- Te encuentras perdida porque este no es tu lugar – afirmo mi padre – este no es su lugar – hizo referencia a mi hija también

- ¿Nos estas echando? – fruncí el ceño dolida

- No Mara, no – hablo Alfred – lo que tu padre quiere decir que este no es tu lugar, aquí no vas a ser feliz y no vas a sanar

- Pero me quiero quedar

- Tú no te quieres quedar – me corrigió mi padre – lo que tú quieres es que no te duelan los recuerdos, pero tu lugar es

- ¿Bogotá? – murmure observándolo

- No – negó y volvió a secar mis lágrimas – no, hija – sonrió – tu lugar es él y siempre fue el

Me quedé en silencio frente a eso, siempre supe que mi lugar en el mundo era estar a su lado y que ahora me lo dijeran otras personas era confirmar nuestra teoría con villa.

- Entonces, ¿Qué es lo que quieres? – volvió a preguntar mi padre

Aun me mantenía en silencio, villa era lo que quería, pero no quería que me doliera más las cosas por dentro.

- Mara – Alfred llamo mi atención otra vez – entiendo todo, ambos entendemos – señalo haciendo un vaivén con el dedo – entendemos tu dolor, perdiste un bebe. No es nada fácil – cerré mis ojos frente a eso, pero volví a verlo – pero el también lo perdió, Mara y el no planeo que eso sucediera – me observo con obviedad – y eso lo sabes, no puedes culparlo por eso

- No es su culpa – murmure

- Su culpa fue no estar contigo cuando lo necesitaste, pero tú sabes que el daría la vida por ti, aunque en ese momento se ausento porque se perdió a sí mismo – agrego – y ahora el volvió por ti porque el necesitaba volver por el mismo, necesitaba volver a sí mismo y tú eres la única que puede ayudarlo con eso

- Pero

- Pero, mara – hablo molesto – deja de buscar un pero para justificar el puto miedo que te maneja, joder

Reí levemente secándome las lagrimas

- Tú tienes que volver – me afirmo fijamente – tienes que volver Mara, tienes que volver y recuperar a ese hombre, por favor – suplico – tienes que recuperar a tu familia, tienes que recuperarte a ti misma y ser feliz otra vez

- Pero me duelen

- Si, los recuerdos – rodo sus ojos con molestia – pero eso es parte de la vida

- Es verdad – murmuro mi padre – es parte de crecer

- No se irán, los recuerdos van a quedarse ahí, pero son escasos los momentos de tristeza comparados con los recuerdos de felicidad que tienes junto a el – sonrió con ternura Alfred – ¿o acaso vas a decirnos que fuiste infeliz a su lado?

- No – negué reiteradas veces – jamás diría eso

- Fuiste la mujer más feliz del planeta – comento mi padre – lo vimos todos, ambos eran muy felices juntos y van a serlo

- Pero juntos, no uno aquí y el otro en la otra punta del mundo. Ustedes funcionan juntos, tienen una hija. Cata no se merece esto – Alfred me observo con amor – cata se merece ver como sus padres se aman con locura como los vio desde que abrió sus ojos verdes, tu no sobrevivirás aquí sin el – su rostro mostraba obviedad ante la situación – y el, va a ser un miserable por el resto de su vida, un borracho que no va a saber que hacer consigo mismo ¿quieres eso? – bromeo y yo negué secándome mis lágrimas – entonces mi pequeña lombriz con pechos – bromeo

- Oye – mi padre lo recrimino

- Marco, por favor tiene pechos al fin – me señalo, lo observo con el ceño fruncido – gracias a esa criatura te crecieron aún más, debo decírtelo bebe – bromeo a lo que reí levemente y el sonrió – entonces, Mara ¿Qué es lo que quieres?

Y aqui les dejo la segunda parte! Nos vemos mañanaaaaaaaaa

Mi lugar favorito - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora