Mi lugar favorito - Juan Pablo Villamil

.21.

- Mi amor ya está el desayuno

Grite desde la puerta de la habitación.

- Ya voy – grito desde el baño

- Apúrese que se enfría – bromee – y yo tengo hambre

- Tu siempre tienes hambre – se burlo

- Tu también tienes hambre, ¿verdad?

Archie movía su cola emocionado mientras me observaba. Camine hacia la sala del departamento, pero escuche el sonido del teléfono de mi novia rote sobre mis pies y volví en busca de aquel aparato.

Lo tomé con las manos y fruncí el ceño confundido. "Alfred", ese nombre se plasmaba en aquella pantalla que de fondo tenía una foto nuestra con Archie. En lo que llevamos de conocernos y de novios jamás menciono a alguien con ese nombre y me intrigaba saber quién era. ¿Si era la persona con la que hablaba el día de ayer? ¿Un hombre que la conocía mucho más que yo y que su propia familia? Un montón de preguntas me rondaban en la cabeza y que para callarlas solo tenía que hacer una sola cosa.

Apreté el botón verde y escuché.

- Al fin bebe – la voz de aquel hombre se escuchó del otro lado – pensé que me habías abandonado

Abrí mis ojos impactado, mas confundido que nunca.

- ¿disculpa? – hable por primera vez

- ¿Quién habla? – el tal Alfred contesto del otro lado

- Juan Pablo – dije rápidamente - ¿Quién eres tú?

El automáticamente corto el teléfono y yo solo volví a observar aquel aparato.

- Mi amor, me imagino que no te comiste mi desayuno

Eleve mi vista hacia Mara que salía del baño con su cabello mojado y ya vestida para ir a sus rondas habituales. Ella frunció el ceño confundida y yo solo le mostré el teléfono.

- ¿Quién es Alfred y porque te dice bebe? – estaba molesto y sobretodo con aquel tipo

- ¿Tocaste mi teléfono? – ella se acercó a mí y me lo arrebato de la mano

- ¿Te importa más tu teléfono que la pregunta que te acabo de hacer?

- No es eso – me observo – solo que no entiendo que hacías con mi teléfono

- Estaba sonando, lo atendí porque creí que era importante – me defendí – y del otro lado un tipo, un tal Alfred, te dice bebe – eleve la voz – no quiero creer que estás jugando a dos puntas porque tú no eres de esa clase de mujeres

- ¿Qué? – hablo con sorpresa – primero que nada, Alfred es mi mejor amigo – conto molesta

- Y por ser tu mejor amigo ¿te dice bebe? – pregunte con algo de repulsión – Ana es mi mejor amiga, pero no le digo bebe, ni siquiera le hablo en tono amoroso

- No todos son iguales a ti – me reprocho

Abrí mis ojos con algo de sorpresa y luego fruncí el ceño asintiendo, entendiendo lo que quería decir. Para ella era válido ese tipo de actitudes entre un hombre y una mujer. Entendía que ella sea cariñosa con los demás, pero no decía esas cosas. Y me hervía la sangre el escuchar a un hombre referirse de esa forma hacia ella.

- No puedes comportarte así – nuevamente hablo tranquila

- ¿No puedo? Ayer hiciste una escena con Carla aun sabiendo que no sucedió nada y tu si puedes

- Carla no es Alfred, Juan Pablo – Hablo seria esta vez

- No lo sé – camine molesto hacia la sala, voltee a verla - ¿y sabes por qué? Porque no lo conozco y además porque jamás me hablaste sobre el – esta vez estaba furioso – y deduzco que es igual a Carla por la forma en que se dirige a ti