- Papa
Baje las escaleras buscándolo por todos lados, ingrese a la cocina y ahí se encontraba el con Paulina y mi hija, estaban haciendo galletas.
- Vaya – abrió sus ojos con sorpresa – te ves linda
Vire mis ojos hacia mi cuerpo, tenía puesto un vestido floreado al cuerpo con unas chatitas. Suponía que me encontraba bien.
- ¿saldrás? – pregunto Paulina con curiosidad
- Si, venía a pedirles si se podían quedar con Cata un rato – me acerque a ella para tomarla en mis brazos y besar su mejilla con amor – iré a ver a Alfred
- Claro que si hija – sonrió mi padre
- Gracias – me acerque a él y bese su mejilla, el tomo a Cata – vendré en rato mi amor – bese su coronilla y luego volví a observarlos a ambos – me llaman cualquier cosa
Tomé mi cartera y Salí de la casa de mi padre para tomar un taxi. Le indique hacia donde debía ir, no sabía porque, pero tenía el presentimiento que hoy iba a suceder algo. Observaba las calles de Paris con un poco más de energía que los días anteriores y comenzaba a volver a familiarizarme con ellas como una vez las hice.
Una vez que llegue al lugar, busque con la mirada a mi cita. Sonreí y con timidez de acerqué a él.
- Mara – sonrió levantándose
- Miguel – él se acercó a mí y beso mi mejilla tiernamente
- Me alegra mucho que hayas aceptado volver a verme – me indico que me sentara, yo lo hice gustosa
- ¿Por qué no lo haría? – pregunte curiosa
- Quizás porque creí que fui un poco intenso – bromeo
- No, al contrario – lo observe con sinceridad – fuiste quien me saco de mi realidad unos minutos
- Espero que para bien
- Si – asentí – créeme que si – sonreí
Narrado por Juan Pablo Villamil
Toque el timbre de la casa de Marco, ya estaba aquí y no me iría hasta que ellas volvieran conmigo. Esperé unos minutos y comencé a ponerme nervioso.
La puerta se abrió y elevando mi vista hacia ella, Marco se encontraba en la puerta con Cata. Sonreí cuando la vi.
- Papi – Cata emocionada se tiro de los brazos de Marco
- Catalina, por favor – murmure con susto tomándola en mis brazos – hola mi amor – ella me abrazo con fuerza del cuello – hola mi arañita – me quede unos minutos dentro de ese abrazo que me armaba completamente, bese su mejilla. Cerré mis ojos con fuerza
- Tetaña (te extrañe)
Fruncí el ceño confundido intentando entender que decía.
- Dijo que te extraño – murmuro Marco observándonos desde la puerta
- ¿me extrañaste? – hable con emoción, que mi hija dijera esas cosas y de esta forma era todo lo que estaba bien, ella asintió con emoción
Note que Marco tomaba mi maleta junto con el banjo y la metía a la casa. Camine tras el aun abrazado a Cata que cada vez estaba más grande y yo solo quería que vuelva a ser una pequeña bebe.
- Deja ya de crecer – suplique besando su coronilla
- ¿creche? (crecer) – murmuro confundida
- Si – reí, cada vez hablaba más – crecer
Ella acaricio mis mejillas y pego su frente con la mía sonriendo con emoción.
- Papi – volvió a llamarme, me abrazo nuevamente recostando su cabeza en mi hombro para descansar
Cerré mis ojos abrazándola con fuerza nuevamente, la había extrañado tanto que no quería separarme de ella. Abrí mis ojos topándome con la mirada de Marco, este tenía en su mirada algo de ternura, pero a la vez me observaba rudo. Trague saliva nervioso, seguro que sabía lo había sucedido.
- Gracias por cuidarla – murmure
- Es mi nieta – movió sus hombros – te extraño – se acercó para observarla más de cerca, yo solo asentí
- ¿mara? – pregunte buscándola con la mirada
- Salió hace un rato, iba a ver a Alfred – comento mientras acariciaba la espalda de mi hija – desde que llego no lo ha visto
Abrí mis ojos con sorpresa y volví a besar la coronilla de cata con emoción de tenerla conmigo otra vez. El me indico que caminara tras el hacia el jardín trasero. Ambos tomamos asiento en los sillones, en Paris era primavera y las flores comenzaban a salir de los árboles.
Note que catalina se había dormido en mis brazos, la acomode mejor para que descansara. Era el hermoso reflejo de su madre.
- ¿A qué viniste?
Marco hablaba por primera vez, en susurro para evitar despertar a la pequeña, voltee a verlo y suspirando hable.
- A recuperarlas
El me observo fijamente y luego de unos segundos asintió volviendo su vista al frente.
- Le hice lo mismo a su madre – murmuro molesto – me confundí y las abandoné, pero tu estas aquí
- Siempre estuve con ellas – confesé observando a cata – nunca me aleje, solo – me quede en silencio, tenía la cabeza en saber que estaba soñando mi hija ya que sonreía
- ¿Solo? – marco intento que prosiguiera
- Solo me confundí, pero en el fondo sabía lo que quería – me perdí en mi mundo, en su rostro – yo las quería a ellas, las quiero a ellas y – suspire – amo a mara más que a mí mismo
Por unos minutos ninguno de los dos hablo y hasta me preocupo que voltee a verlo, también se había quedado embobado por catalina.
- Mara era igual – susurro con una pequeña sonrisa en el rostro – y me arrepiento de que haya crecido sin mí – suspiro – jamás vuelvas a cometer esta estupidez Juan Pablo, porque no te lo perdonaras nunca en la vida
- Por eso vine – confesé y volví a ver a cata, acaricie su rostro lentamente – a buscarlas y si tengo que arrodillarme y suplicar, lo hare
Iba a hablar, pero el timbre sonó y el pidiéndome disculpas se levantó para ir a ver quién llamaba. Volví mi vista hacia mi pequeña hija y comencé a acariciar su rostro tiernamente, sonreí cuando vi que hacía lo mismo que cuando era una bebe cuando Mara acariciaba su rostro y sonreía dormida.
Elevé mi vista cuando Marco apareció con el ceño fruncido, hice lo mismo cuando vi a Alfred detrás de él.
- Ay ya cambien esa cara – murmuro – pareciera que no están a gusto de verme
- ¿tú no estabas con Mara? – murmuro Marco
- ¿Qué? – murmuro con sorpresa y negó
- Ella me dijo que cuidara a cata porque iría a verte
- No – negó nuevamente – es más vine yo porque si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va tras la montaña
- ¿Dónde está mara? – hable con seriedad
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Mi lugar favorito - Juan Pablo Villamil
FanfictionSiempre se nos pregunta cual es nuestro lugar favorito, esperando que nuestra respuesta sea algún lugar de toda la esfera azul en donde estamos parados. Pero... ¿Y si el lugar al cual llamamos favorito se convirtiera en una persona? #1 fanficmorat ...