- Gracias – Gabriela sonrió a la mesera que nos dejaba el café en la mesa – y dime, cata ¿puedo decirte así?
- Am, si – sonreí tímida
- ¿Cuántos años tienes?
- Dieciséis – dije y luego tomé un sorbo de aquel rico café
- Dos años más que mi hija – conto
- ¿tiene una hija? – pregunte curiosa
- Sí, es una niña muy inteligente, como tú – hablo orgullosa
Sonreí tierna, esta mujer comenzaba a caerme bien. Ojalá mi mama la conociera, seguramente serian buenas amigas.
- ¿estas casada? – pregunte nuevamente con aquella curiosidad instalada
- No – negó rápidamente – me hubiese gustado
- Pero, ¿te encuentras con el padre de tu hija? – fruncí el ceño confundida
- No – susurro con tristeza – el me abandono
- ¿De verdad? – abrí mis ojos con sorpresa
- Si, cuando se enteró que quede embarazada me dejo por otra mujer – movió sus hombros – pero no lo juzgo, ¿sabes? Me libre de alguien atroz, que me sometió a exámenes sin mi consentimiento porque no quería tener hijos conmigo, al final me utilizo solo para pasar el rato y luego abandonarme
- Claro que debes de juzgarlo – hable molesta, detestaba esa clase de hombre – pero ¿Qué clase de hombre hace eso? ¿encima dejarte sola con una hija? ¿hacerte exámenes sin tu permiso? Dime que al menos, lo has denunciado
- No – bajo la mirada hacia su café - ¿tus padres están juntos?
- Si – sonreí, recordé cuanto se querían – están juntos desde que nací – conté
- ¿y se quieren?
- Se aman con locura – confesé apoyando mi cabeza en mi mano – ojalá pudiera tener un amor como el de ellos
- Debe de ser muy afortunada tu madre de tener a tu padre – hablo observándome fijamente
- Mi papa es increíble, es el mejor papa del mundo
- Ojalá mi hija hubiera podido decir eso – hablo con algo de melancolía
- Ese hombre no se merece llamarse padre – rápidamente hable, ella lanzo una leve risa – de verdad, ojalá todos tuvieran un papa como el mío
- Se nota que lo quieres
- Mi papa es mi ídolo – reí – el me enseño muchas cosas, sobre todo a amar la música y sin él no sabría quién soy
- ¿y quién eres? – frunció el ceño divertida
- Catalina Villamil – hable orgullosa, iba a seguir hablando, pero mi teléfono comenzó a sonar – y ahora seguro estoy en problemas, disculpa
Tomé el teléfono y lo atendí.
- Hola pequeña – la voz de mi tío Isaza me había puesto de muy buen humor - ¿Cómo te encuentras?
- Hola tío – sonreí con emoción – bien, ¿y tú?
- Aquí, molestando a tu padre – reí al escuchar eso - ¿quieres ir a tomar un café conmigo?
- Estoy tomando un café – murmure apenada, note que Gabriela me observo con curiosidad
- ¿con quién? – pregunto intrigado
- Con una amiga – hable rápidamente, no podía decirle que estaba con una extraña
- ¿una amiga con voz gruesa? – bromeo, reí efusivamente al escuchar eso – déjame decirte esto catalina, tu padre puede entrar en un estado de crisis si esa amiga tiene un amigo ahí abajo
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Mi lugar favorito - Juan Pablo Villamil
FanficSiempre se nos pregunta cual es nuestro lugar favorito, esperando que nuestra respuesta sea algún lugar de toda la esfera azul en donde estamos parados. Pero... ¿Y si el lugar al cual llamamos favorito se convirtiera en una persona? #1 fanficmorat ...