.24. tercera temporada

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Vi como mama y Mat se alejaban por el pasillo, el abrazaba su cintura. Era al único lugar que llegaba, era chistoso. Volví mi vista a la puerta y suspire. Debía hablar con él y no sabía cómo empezar. Ingrese lentamente y note que él se encontraba saliendo de su cama como cual infraganti.

- ¿Qué haces? – fruncí el ceño, el me observo rápidamente asustado

- Nada, solo – susurro, pero se quedó en silencio

Cerré la puerta detrás de mí y noté que el volvió a ingresar a aquella detestable cama que lo mantuvo por más de un mes. Lentamente me acerqué a él y me senté en la silla donde anteriormente me encontraba.

Sentí su mirada intensa sobre mí y esto era un horror. Lleve mi vista hacia él, el abrió sus ojos con sorpresa como siempre lo hacía. Esperaba que hablara.

- Cata

- Lo siento – hable rápidamente

- ¿Por qué? – frunció el ceño confundido

- Por todo lo que te hice – susurre, ni siquiera podía mirarlo – no te odio – lo observe de reojo – y, estuve celosa de ludmila todo este tiempo – confesé

- Vaya, Isaza tenía razón – lanzo con diversión

Fruncí el ceño y el solo se puso serio por unos minutos.

- Es enserio – afirme

- ¿porque estarías celosa de Ludmila? – frunció el ceño

- Porque tú eres mi papa y solo te compartiría con Mat – confesé – y sentí que ella iba hacer que me olvides y que me cambies – susurre por lo bajo

Por unos minutos no dijo nada, lleve mi mirada hacia el esperando una respuesta.

- Eres la cosita más hermosa del mundo, ¿se lo dije? – frunció del ceño divertido - ¿estabas celosa de papa? – sonrió – ven – se hizo a un lado y palmeo el colchón

Me acerque lentamente hacia él, era extraño. Me senté a su lado y sentí su brazo en mi cuello. Me acurruque contra su pecho, su corazón estaba palpitando con tranquilidad. Su respiración era relajante, mi papa estaba despierto, estaba vivo.

- Tu eres mi pequeña bebe – beso mi coronilla – tu eres lo más importante que tengo – lo abrace con más fuerza, sentí un cosquilleo subir por mi garganta –eres mi mejor amiga y perdóname por lastimarte – lanzo un suspiro sonoro – perdón por haberte decepcionado, por haberte hecho sentir mal

- Tu no me decepcionaste papi – confesé – tu no tuviste la culpa – eleve mi vista hacia él, tenía el ceño fruncido – ludmila no es tu hija, escuche cuando Gabriela hablaba con ella de que todo era parte de un plan para separarte de nosotros – suspire – me enoje un montón por lo que hicieron, por lo que te hicieron

Él se quedó en silencio por unos minutos y luego apretó sus labios negando.

- Gabriela nunca fue buena - suspiro - los muchachos siempre me lo dijeron y nunca les creí 

- ¿Qué fue lo que hizo? – fruncí el ceño

- Gabriela fue mi novia – abrí mis ojos con sorpresa – la quise, pero me engaño

- ¿Qué? – hable con sorpresa

- Y me dolió mucho – pensó por un momento – pero luego apareció mama de la nada, ¿sabes?

Me dijo con una sonrisa en su rostro, yo solo reí levemente

- Y todo tuvo sentido

- Ay papi – lo abrace con fuerza, estaba despierto – perdóname

Mi lugar favorito - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora