.20. segunda temporada

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Narrado por Mara Bonnaire

Metí los pies en la piscina, el agua se encontraba tibia. Le daba el sol durante todo el día y ahora en el atardecer aún mantenía su calor. Observe la puesta de sol, quería mi vida de vuelta sin tanto dolor.

Suspire cerrando los ojos y me pensé bien, feliz. No importaba en donde, pero si quería que él estuviera en ella, solo quería eso. Sentí que alguien se sentaba a mi lado. Abrí mis ojos rápidamente, Villa se quitaba sus tenis y medias para luego arremangarse su pantalón y meter sus pies dentro del agua, era relajante.

Ambos volteamos a la puesta de sol en silencio. Era agradable que este a mi lado viendo la maravilla de paisaje que nos regalaba Paris.

- Está bien – murmuro – está bien, Mara. No voy a pelear contigo, acepto que se queden aquí – lo último lo dijo tan bajito que escuche más fuerte su corazón romperse

No sabía que decir, quería agradecer, pero a la vez quería que me suplicara.

- Acepto esto. Que te quieras quedar, que ya no quieras estar conmigo – suspiro – me lo merezco, me merezco cada una de las cosas que suceden

Atenta lo escuche, no sabía porque me dolía mas que se rindiera a todo lo que paso.

- Fui un imbécil, no sé si me voy a poder perdonar como la hice sentir – susurro – debí darme cuenta, eres la persona que más conozco y a quien más amo

Lo observe de reojo, el no perdía de vista el atardecer. Sus ojos verdes se notaban tan apagados como sinceros al hablar. Sentía su corazón en sus palabras.

- Debí quedarme contigo y no lo digo como obligación – volteo a verme y acaricio mi mejilla con ternura, yo quería llorar – lo digo porque te lo prometí, me lo prometí a mí mismo y porque tú eras todo lo que quería y me hacía bien – quito su mano de mi rostro y nuevamente bajo su mirada al agua – y ahora todo es horrible sin ti

Voltee a verlo totalmente y el elevo su vista hacia mí para suspirar. Mi corazón palpitaba con ansiedad de verlo de esa manera.

- Perdón – murmuro observándome a los ojos – sé que no me va a alcanzar la vida para pedirte perdón por haberte hecho lo que te hice Mar – volteo molesto la mirada al sol – si tan solo pudiera curarte por todo el dolor que sientes o volver el tiempo atrás, te juro que lo haría pero sé que quizás quedarte te haga bien – apretó sus labios con fuerza – quizás lejos de mi encuentres la paz que necesitas, un amor que te quiera más que yo, que no dude que eres el ser más brillante, más bueno, más hermoso del universo

Nadie me iba a querer con tanta intensidad y tan bien como el, pero no me salían las palabras para decírselo.

- Aunque me duela el alma, tengo que soltarte – su voz comenzó a cortarse – tengo que dejarte ir, porque quiero que seas feliz y quiero que estés bien – bajo su mirada nuevamente al agua

Suspiré y volví mi vista al sol, ¿esto era real?

- No puedo creer que este diciendo esto – se maldijo – pensé que iba a venir aquí y te iba a recuperar ¿Sabes? – apretó sus labios con fuerza bajando la mirada – cuando supe que necesitaba volver, tú ya te habías ido y no me di cuenta

Baje mi mirada al agua, no quería interrumpirlo por nada en el mundo ni tampoco largarme a llorar por escuchar lo que decía. Nos habíamos perdido los dos.

- Hasta me diste miedo por un momento ya no eras mi dulce mara, la niña con los ojos más lindos del mundo – sonreí levemente conteniendo mis lágrimas – tus ojos estaban apagados y vacíos, tenía miedo de que te hayas perdido por ahí y yo sin saber porque – note que volvió su vista al sol – hasta que me confesaste lo de nuestro hijo y entendí todo

Me dolió el corazón, me lo había apretujado con fuerza.

- Tenías la idea de que yo sabía pero jamás me llego ese laboratorio ¿sabes? – ambos nos observamos a los ojos, estaba siendo tan sincero – jamás lo supe, si no hubiese sido el hombre más feliz de la tierra como lo fui cuando supe de qué Cata estaba en camino, ¿lo recuerdas? – lanzo una risa amarga, yo reí levemente asintiendo conteniéndome con fuerzas de no llorar – perdóname, mi amor aunque no me lo merezca – suspiro y llevo nuevamente su mano hacia mi mejilla, quería hacerlo también con el pero me sentía hipnotizada por sus ojos – y te dejo en libertad – asintió con tristeza – me estoy rompiendo en mil pedazos pero quiero que estés bien, que vuelvas a ser tú y creo que es lo mejor que puedo hacer por ti después de todo

Suspiro y dejando de acariciarme volvió su vista al ya casi acabado atardecer. Lo imite por unos minutos, quería hablar, pero estar en silencio con él a mi lado era más placentero que mil palabras juntas. Esta era la despedida más cruel que existía en el planeta.

- Mañana me vuelvo para Colombia – murmuro

Voltee con sorpresa, mi corazón latía a mil por hora luego de escuchar aquello.

- No hace falta que te vayas ya – hable por primera vez, el volteo a verme por unos minutos – nadie te está echando, esta también es tu casa

El negó con una sonrisa triste bajando su mirada y a mí se me partía el corazón en más pedazos de lo que ya tenía.

- ¿para qué quieres que me quede? – pregunto curioso, volvió a observarme – prefiero irme antes de ver cómo te pierdo de verdad, porque, aunque este aquí seguirás viendo a el tipo ese que te hizo un comentario que te hizo reír

Rodo sus grandes ojos verdes que se achinaban cuando reía, reí levemente.

- Eso sonó a que estas celoso Juan Pablo Villamil – murmure

- Lo estoy – me observo fijamente – no sabes lo celoso que estoy Mar, pero no puedo hacer nada contra eso, ni tampoco voy a hacer nada

- Pero puedes quedarte para estar más tiempo con Cata – murmure borrando lentamente mi sonrisa, no quería despedirlo tan rápido

- No me lo hagas más difícil de lo que ya es, esto es lo mejor que me sale – murmuro con tristeza – no puedo quedarme sin no querer sabotear tu cita o no observarte cada vez que me ignoras o no fantasear que vuelves a mí con cada sonrisa que me regalas, creo que esto es lo más sano que podemos hacernos – pensó unos momentos - ¿no lo crees?

Me quede unos minutos observándolo y termine por asentir con tristeza, esto dolía más que todo. Se acercó a mí y beso mi coronilla con delicadeza, intente no llorar frente a él.

- Nunca olvides que te amo, por favor – suplico sobre mi frente – aunque me equivoque, siempre te amé y nunca dude de eso – cerré mis ojos con fuerza – nunca fuiste mi segunda opción, pero si mi parche en el corazón. Tú me encontraste, me salvaste, me hiciste y me haces feliz solo con ser tu – mordí mi labio inferior conteniendo mis lágrimas – así que vuelve a ti, vuelve a ser tu misma, Por favor – suplico – te amo Mara, te amo más que a mí mismo – volvió a besar mi coronilla – jamás lo olvides y si algún día quieres regresar – tomo de mis mejillas tiernamente – yo voy a estar ahí, en el mismo lugar

Abrí mis ojos lentamente y noté que ya no se encontraba a mi lado. Se había levantado y alejado de mí. lo vi partir dejándome sola ahí, otra vez sentía la soledad en mi piel. Suspiré y volví mi vista al cielo y sabía que, aunque lo quería borrar de mí, él era todo lo que estaba bien a pesar de todo.



Adivinen a quien le agarro la locura y comenzó a modificar todos los capítulos que tenia escrito porque la cabeza le funciono a mil por hora y le dio nuevas ideas??? si siii yo. Soy la peor. Por otro lado, estaba pensando en hacer un instagram del niño, ¿les gusta la idea o mejor sigo escribiendo sobre el?? Ayuda!  

Mi lugar favorito - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora