.37. I . EXTRA . segunda temporada

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Ingrese a casa después de un largo día de trabajo en el hospital, quería tirarme y dormir, pero aun tenía que cocinar algo y ver si Cata necesitaba algo con el colegio. Sonreí para Clemencia que se encontraba junto a mi hija, ambas sentadas en la mesa del living. Ella se quedaba algunas veces con ella cuando tenía que salir de emergencia y villa no se encontraba cerca para cuidarla.

- Hola – sonreí y besé la coronilla de clemencia y luego fui a mi hija que se encontraba escribiendo y dibujando algo raro que no sabia

- Mamita – sonrió y me abrazo – mira, la abuela me está ayudando a hacer la carta para papa Noel

- A ver – tome el papel con amor

Cata tenía seis años recién cumplidos y ya iba a la primaria. Recuerdo el primer día de clases, villa no la quería soltar y entro en una especie de pánico cuando vio la cantidad de compañeritos varones que tenía su pequeño curso. Costo, pero lo acepto, aunque aún no asume que esta niña crecerá y traerá un novio a esta casa.

Sonreí viendo el dibujo de su familia junto con el señor canoso y panzón que hacia felices a los niños una vez al mes junto con una pequeña esquela con su letra de recién comenzando a escribir:

"Querido papa Noel: No quiero regalos, solo quiero que mi papito este con nosotras en navidad y si puedes también, tráeme un hermanito para poder jugar. Gracias, te quiero mucho. Catalina Villamil Bonnaire"

Reí levemente cuando leí lo último, parecía que se puso de acuerdo con villa en querer a alguien más en esta casa dando vueltas. Esta vez parecía que quería un hermano enserio y no de esas veces que tiraba y luego decía que ella seria hija única, porque ante los ojos de nosotros ella era la única beba de esta casa.

- Qué lindo mi amor – hable para ella – pero hay que ponerlo en el árbol para que el cuándo pase a buscar todas las cartitas hermosas de los niños pueda llevar la tuya

- Mami – llamo mi atención nuevamente - ¿crees que papa Noel pueda hablar con papa y hacer que las grabaciones se suspendan solo por ese día? – me observo con tristeza

Suspire, ni siquiera sabía si se iba a poder hacer eso.

- No lo sé mi amor – acaricie su mejilla – Papa Noel vera si puede traerlo o no

- Claro – hablo clemencia – papa Noel es como tu padre, muy trabajador y hará lo posible por cumplirte los deseos, solo tienes que tener fe en el – sonrió la madre de villa y asentí dándole la razón

- Es que extraño mucho a mi papito – murmuro – aunque hace un rato hable con el – hablo muy animada – y me conto que golpeo al tío Isaza por robarle su comida

Reí eufóricamente frente a eso, los muchachos por mas padres que sean no iban a dejar de ser infantiles. Los extrañaba y eso que se habían ido hace apenas dos semanas.

- Tu tío Isaza es un ser especial – murmure divertida – y tu padre peor

- Es verdad – afirmo clemencia divertida – bien pequeña, ¿vamos a dejar la carta en el árbol?

- Si, abuelita

Cata sonrió con emoción y vi a ambas caminar hacia el árbol que habíamos armado con Villa antes de que se fuera. Suspire con una sonrisa, me gustaba que sus abuelos la quisieran tanto y que estuvieran dispuestos a ayudarnos cuando necesitábamos.

Luego de eso despedí a clemencia que debía irse a su casa. Ambas tomamos un baño y luego cenamos juntas. Cada vez que villa se iba se notaba un gran silencio en la casa o quizás lo notaba yo ya que cuando volvía siempre me pegaba a él y estábamos juntos.

Mi lugar favorito - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora