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Parecía un chiste saber que el mes pasaba como un caracol en su andar, mientras que las tres semanas previas fue como el correr de un auto de carreras. Todos los días sin falta nos hablábamos y aunque sabía que faltaba poco, al terminar, me recostaba en la cama a llorar junto a Archie que intentaba levantar mi ánimo.

Tiré mis cosas en el sillón y volví mi vista a Archie que se encontraba emocionado por verme al fin. En mis días largos dentro del hospital se quedaba con mi adorable vecina, una señora con un niño pequeño que se había encariñado también con mi pequeño hijo. Pero es que ¿Quién no lo haría?

- ¿me has extrañado? – sonreí mientras me sentaba en el suelo junto a el – yo también a ti mi pequeño bebe – bese su cabecita – pero ¿sabes a quien extraño también? – murmure con algo de tristeza – a mi lindo novio – suspire y volví a besarlo, el no dejaba de morderme los pies entretenido – igual falta tan solo dos días para que vuelva – me alenté un poco

Me hinque del suelo y en el camino hacia mi habitación me quite la ropa, necesitaba un baño. A veces me preguntaba cómo era que la gente no sentía el olor que emanaba luego de casi todo un día dentro de aquel lugar. Era el poder de las fosas nasales, increíble y real. Luego de eso elegí mi ropa, era de noche y lo único que necesita era mi cama.

- Ven aquí Archie – lo llame para poder subirlo a la cama

Mi teléfono comenzó a sonar, sonreí emocionada tomándolo acostándome al lado del pequeño canino.

- Hola – sonreí cuando lo vi por el otro lado de la pantalla

- Hola hermosa, veo que has salido de bañarte – comento divertido

- Hace un rato termino mi ronda y creo que el olor más leve que tenía en el cuerpo era de vomito – mi cara se tornó de asco

El lanzo una risa, hermosa y sonora. Necesitaba escucharla en vivo, en mi oído. Pude notar que también se encontraba recostado en su cama del hotel.

- te recortaste el cabello y tu barba – fruncí el ceño, su melena no se encontraba tan alborotada como ayer

- También me peine – sonrió como niño

- Voy a presentar una queja con tus superiores

- ¿Por qué? – hablo sorprendido, pero sin perder la dulzura y la risa de su rostro

- Porque me van a entregar un novio totalmente cambiado – me queje, se encontraba más hermoso que antes

- ¿Está diciéndome que no le gusto? – su rostro se había trasformado

- Claro que si – rápidamente conteste. El suspiro – Solo que tu melena – hable como niña

- Sabías que el cabello crece nuevamente, ¿no?

- Vaya, sabelotodo – bromee – descubriste que el mundo es redondo y no plano

- Hice algo mejor – elevo su ceja provocativo

- ¿Qué? – fruncí el ceño confundida

- En el mundo redondo, la descubrí a usted – sonrió con victoria – y creo que supero al descubrimiento de Colon, ¿no lo cree?

Reí efusivamente ante su comentario. Aun en la distancia podía hacerme sentir la persona más especial del mundo y la más feliz de estar con él.

- Eres tan cursi – volví a observarlo mordiéndome el labio inferior

- Y así te enamore – se sintió orgulloso de aquella hazaña

Asentí dándole la razón. Me quede observándolo unos minutos, él se quedó en silencio.

Mi lugar favorito - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora