Donando sangre para Robbie/ Los peces de Trina.

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Noviembre seguía su curso, la obra era presentada cada lunes y viernes como intermedio entre proyectos más pesados. Para Tori era una tortura entre escuela, las terapias, sus entrenamientos y los de Dog-nut, las pláticas en el refugio para cuidar al can y la obra, ya pedía esquina.

El viernes apenas iba a la mitad y Tori ya sentía que necesitaba fácil dos semanas de no hacer nada para poder recuperarse. Ese día debía ir a la universidad, le iban hacer nuevas pruebas físicas y solo era posible realizarlas ahí.
- No entiendo esto ¿Te van a meter a la alberca a correr?
- Si y por lo que entiendo a dar puñetazos y patadas bajo el agua, algo de que la resistencia del agua y la presión combinadas hacen milagros o yo que sé, la verdad tampoco entiendo.
Beck y ella estaban en una banca dentro del gimnasio última generación, acababan de leer la rutina del día.
- Bueno eso explica que te hicieran traer una muda de ropa que pudieras mojar
- Bueno, al agua patos.
Tori entró a aquella piscina con una cinta de correr, al poco rato uno de los entrenadores llegó a asegurarla a una barra, programar la sesión y explicarle a grandes rasgos lo que debía hacer.
Ya bañada y cambiada la llevaron al consultorio de su nuevo médico.
- ¿Que tal la carrera?
- Rara, pero no tuve problemas con mi pie, nada de dolor.
- Los otros ejercicios, ¿Algún problema con las patadas?
- No, pero creo que habrá queja si llego a patear algo sólido.
- No te adelantes, vamos poco a poco, por lo mientras otra semana con la calceta, procura ya salir a correr o a trotar, si tienes acceso a una piscina sería bueno que una vez a la semana repitieras la rutina. Y nos vemos antes de acción de gracias.
- Ok, hablando de acción de gracias, me inscribieron al club de Boxeo de la escuela, hay una exhibición ese día, nada serio pero yo...
- Puedes participar, en Box no hay patadas y los tenis son de bota bastante alta, tendríamos que hacerte una cita con un fisio para un vendaje funcional y contemplar una rutina de recuperación - dijo el Doctor anotando cosas - el miércoles tendrás que venir y el viernes de nuevo pero con eso estarás bien.

- ¿Más práctica Jade? ¿Si sabes que este es un club de mentira?
- ¡Cállate Shappiro! Alguno de tus Minions te podría escuchar y dudo mucho quieras perder la exclusiva de ventanearnos.
Jade y André aún no le perdonaban los últimos chismes inventados y Beck estaba furico con Robbie ventilado su infidelidad.
- No entiendo porque ahora sí tenemos que entrenar, jamás lo hacemos, dijo Cat mientras observaba la paleta.
- Este día de gracias los clubes deportivos que no tengan competencia deberán hacer una demostración.
- Oh, yeiii.
- ¿De que me perdí?
Beck apenas llegaba al entrenamiento, detrás venía Tori quien solo se sentó en uno de los sillones de la sala.
- ¡A entrenar!
- Podemos tomarnos 5, creo que tire de más de un músculo.
- Shappiro, no puedes tirar de más algo que no tienes - Jade tomó su paleta y empezó a reunir las pelotas - apuren que les recuerdo tenemos obra en dos horas.

Después de la obra se habían reunido en casa de Tori, todo rastro de cansancio abandonó sus caras al ver a Trina sentada en la barra con los pies metidos en una pecera.
- ¿Qué rayos?
- ¡Hola Tori! Amigos de Tori
Entre los hola Trina se escuchó un "no soy su amiga".
- Si, si, lo que digas Morticia.
Resulta que la Vega mayor tenía unos peces que se dedicaban a comer la piel muerta dejando los pies como "pompi de bebé". Los chicos parecían interesados, incluso Robbie y Cat quedaron en regresar al día siguiente para probarlos.
Durante el fin de semana todos, incluida Jade (a pesar de la desilusión al saber que no dolía) habían probado el tratamiento.
- Deberías intentarlo Vega - le había dicho Jade ese miércoles cuando pasó por ella- siente que suaves tengo los pies - para sorpresa de Tori tenía el pie de la Gótica a nada de su mano derecha.
- Aleja tu pie, estoy manejando y ni por la colección en Blue Ray de Rocky dejaría que esas cosas toquen mis pies. Por cierto tengo que salir a medio día, debo ir al hospital. ¿Vas conmigo?
- ¿No va a ir Beck? Pensé que era el adulto responsable a cargo de la nena miedosa que no quiere pisar el hospital.
- No me he podido comunicar con el, ni por celular ni en su casa.
- Genial, soy tu segunda opción.
- Ahg, no pero no creo que sea tu máximo ir a un hospital... Aunque ahora que lo pienso creo que sí sería algo que te gustaría hacer.
Del grupo solo Jade y Tori se habían presentado a clases, ni Trina aparecía.
- Creo que hice bien en traerte, luces muy mal.
- ¿Es en serio Vega? Agradece que no tengo ganas de pelear o...
- Ya tendría tus tijeras en alguna parte de mi cuerpo, si entiendo. ¿Jade? ¡Jade!
Jade se había desmayado a media frase, como pudo Tori pidió ayuda al ingresar al hospital.
- Paciente femenino, 17 años, perdió el sentido
Tori vio como entraba Jade mientras a ella la detenían para dar los datos de la chica.
Habían pasado algunas horas, su cita la había reprogramado y ahora estaba en aquella sala de espera viendo la TV hospitalaria.
- Es curioso, 6 chicos llegaron con los mismos síntomas de envenenamiento.
- ¿Son los de los pies suaves?
Al oír eso Tori se levantó y siguió a los doctores encontrando a sus amigos y hermana detrás de una cortina en una de las salas de observación.
- ¡No puede entrar aquí! - dijo una enfermera en cuanto notó a Tori.
- Yo, lo siento,  mi hermana está aquí, traje a la chica del cabello negro y el resto son mis amigos. Quería saber cómo se encontraban nada más.
- Pues tienen un ligero envenenamiento. ¿Sabes si alguno ha viajado a asia?
- No, ninguno, lo más asiático que han hecho es ir a comer sushi al Nozu.
Después de la explicación de la enfermera, quedó claro que la culpable de todo era Trina, sus peces limpia pie dejaban toxinas que llegaban al torrente sanguíneo.
- Tus amigos serán llevados a piso, falta localizar a los familiares de West, Jade; Vega, Trina y Oliver, Beck.
- Yo me encargo, soy la hermana de Trina Vega por cierto.
- Gracias, en recepción te dirán que procede.
Tori buscó el celular de Jade en las bolsas del pantalón
- Es bueno que estés dormida, si no sería yo la internada en el hospital.
Al encontrarlo rezó para que no tuviera clave de acceso. Los rezos sirvieron o algo así ya que en ese momento entró una llamada de su mamá, después de explicarle la situación marco el número de la casa de Beck y le informó a sus padres.
Su papá fue más sencillo, estaba preocupado pero en pleno caso así que mandó una carta poder al correo de Tori con la cuál podía actuar en su representación a pesar de ser menor de edad.
Después de imprimirla en la papelería del hospital se dirigió a recepción, entregó la carta y pregunto por su hermana.
- Me empieza a gustar el que estén dormidas, al menos así no se gritan - dijo Tori al entrar al cuarto, Robbie, André y Beck compartían, igual que Jade y Trina, Cat tenía una individual.
En vista de que la espera iba para largo aprovechó el internet del hospital agarro su Perapad y comenzó con la tarea pendiente, debía presentar exámenes de la escuela en línea en una semana para poder empezar el trámite y ahora sí cursar el semestre entrante completo en HA.  Sus estudios se vieron interrumpidos por una mujer bastante guapa, rubia que entró al cuarto.
- ¿Señora West? Soy Tori, yo...
- Tori no pudo contestar, la mamá de Jade le dió un abrazo bastante apretado y no paraba de decirle gracias.
Ya con calma Tori le explicó la situacion y se pusieron de acuerdo pues la señora debía salir de la ciudad por trabajo y su esposo llegaría a la mañana siguiente.
- No se preocupe, me voy a quedar por mi hermana así que estaré al pendiente de Jade.
- Ya veo porque mi hija no para de hablar de ti, eres muy amable. Gracias.
Después de recibir el parte médico la señora se marchó dejando solo a las chicas, Tori se puso cómoda y siguió con sus cosas.

Victoria "Shelby Marx" VegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora