Victoria "Shelby Marx" Vega

Viajando a Yerba

- ¡Se casó Elizabeth Gillies!
- Genial ¿Aguanta nos invitó a la boda y no fuimos? 
Estaban en el aeropuerto esperando su vuelo, Trina tenía una revista entre manos y estaba leyendo alguna de esas notas de la vida de los artistas.
- No, pero es raro. Su novio podría ser su padre.
- Pues mientras ese "podría ser" no se vuelva un "es" no le veo problema - contestó Tori - por cierto ¿Quien es?
- La que huyó de la rata mutante con las nenas casi de fuera.
- Oh, la actriz de gran personalidad.
Jade que estaba dormida en el hombro de Tori se movió un poco en sueños por lo que la latina se acomodó mejor para no incomodarla y seguir hablando con su hermana.
- Esa mera, al parecer llevaba ya tiempo son su novio y al fin se casaron.
- Pues si ella es feliz adelante, total ese es el chiste. Y si las cosas no se dan siempre queda el divorcio.
La plática siguió el mismo rumbo de la vida privada de los famosos, Trina estaba enterada hasta de la marca favorita de calcetines de Dicaprio así que tenían tema de conversación hasta que Cat y Beck llegaron con algo de tomar.
Con trabajos lograron despertar a Jade y después se unieron Robbie y André a la plática que cambio por lo bueno que sería estar en otro país sobretodo si era igual de bonito que las fotos en internet.

- Esto no se parece en nada a las fotos - dijo Cat.
- ¿Nos equivocamos de país? - preguntó Robbie.
El paisaje que los recibió al bajar del Ferry que los llevo de Finlandia a Yerba no era nada parecido al que habían visto en fotos. Y aunque pensaron que efectivamente se habían equivocado la camioneta que tenía a alguien sujetando un letrero de "Hollywood Arts" los hizo darse cuenta de que estaban en el lugar correcto.
- No esperaba la camioneta de Lady Gaga pero juro que he visto combis en México en mejores condiciones - se quejó Trina.
- Bueno, al menos el Hotel cumple - dijo Tori al ver que la fachada era la que habían visto en fotos.
- ¿Decías Vega?
Por dentro el lugar era todo lo contrario a las fotos y las cosas empeoraron cuando las chicas que estaban en la recepción saludaron a los chicos y a las Vega lamiendo su mano algo que de inmediato provocó reacción en las respectivas novias.
- Al parecer lamer la mano es la forma de saludar aquí - dijo Robbie después de consultarlo en su Perapad.
- No se qué es más raro, la forma de saludar de aquí o que no cobraran esa monstruosidad como equipaje extra o algo así - dijo Tori mientras se instalaban en la habitación.
El hotel no era ni de broma lo que les habían prometido y menos el país pero ya estaban ahí, Sickowitz recordó porque había olvidado su primer viaje a Yerba, al parecer era un país en plena guerra, las detonaciones se escuchaban por todos lados y los insectos eran de lo peor, André había sido picado por una especie de mosquito y parecía que tenía una sandía atorada en el cuello. Definitivamente no los esperaba una semana tranquila, pero ya estaban ahí y tenían que cumplir con lo establecido.

Las chicas compartían una habitación con dos camas Trina y Cat estaban en la más alejada de la ventana pero ni así podían dormir a diferencia de Jade, la única que descansaba de las 4.
- ¿Segura que está viva? - preguntó Trina al ver la forma en la que estaba dormida Jade - juro que la abuela estaba acostada así en el ataúd.
- Si, está viva, en cuanto me acomode me abraza.
- Pues acomódate porque ya me dió miedo verla así.
Tori seguía sentada en la cama pues.con el ruido del combate y la luz de las explosiones no podía conciliar el sueño y el ver cómo entraban varios guerrilleros al cuarto por la ventana las asustó aún más al grado de que bajaron de inmediato a recepción donde los chicos ya estaban quejándose, bueno Beck y Robbie, André aún estaba zombie por el piquete del mosquito yerbaniano.
- Vega, encontré esta lagartija en tu lugar.
Bajo Jade con una lagartija muerta en las manos a dónde estaban resto de sus compañeros reclamando y pidiendo sus boletos para regresar de inmediato.
- Ya ve, hasta hay lagartijas muertas en las camas.
- Bueno está muerta ahora - dijo Jade pasando su dedo gordo por su boca.
- Me sentiré bendecida cada que despierte definitivamente - susurró Tori a su hermana.
Los chicos con ayuda de Sickowitz estuvieron pelando un rato sus pasajes de regreso a EU pero no funcionó, hasta terminaron peor parados.
- Bueno, ¿A qué hora quieren que cantemos mañana? - preguntó Tori después de que los amenazaron con llevarlos presos por no cumplir su parte del contrato.