SIEMPRE FIEL.

58. Otra parte de la historia.

Matt

Al caer la tarde, volvimos al hospital. No aguantaba las ganas de hablar con Papá. Miguel estaba sentado frente al sofá con un libro en mano cuando llegué.

— "Gracias por la guardia." — Le dije tocando su hombro a lo que el se levantó del asiento.

— "Tranquilo no es gran cosa. — Dijo Miguel. — Estaré en la cafetería si necesitas de mí, aún sigo moviendo fichas para la información pendiente." — Salió.

Papá se quedó fijo mirándome sin decir una palabra. Me llevé las manos a la cintura para comenzar a caminar de un lado a otro en la habitación.

— "Antes que todo, no quiero que me veas así, ese ataque no tiene que ver conmigo." — Dije.

— "Sí claro." — Dijo con sarcasmo.

— "Son ellos."

— "¿Ellos quienes?"
— "Los Russos. Al menos eso parece, el auto en el cual iban los tiradores esta registrado bajo el nombre de Joe Bambrilla... "

— "Hablas como si no tuvieras su apellido."

— "Y tu estas como que era algo de esperarse. ¿Porqué?" — Pregunté a lo que él me miró fijo.

— "Siempre hemos sido enemigos ¿Esperas que me sorprenda si uno de ellos decide matarme aunque las razones son bastantes viejas?" — Dijo.

— "Razones que no conozco del todo."

— "Ni son gran cosa. Hice cosas que no debía de hacer en mi tiempo de juventud con personas equivocadas, yo les jodí un negocio, me quedé con su hija, la embarace de dos hijos que luego ella abandonó. Me odian." — Dijo.

— "Wow. ¿Y eso es lo único que los motiva a matarte luego de años? ¿Porqué mejor no hacemos una reunión?"

— "Porque no es necesario. Los dos lados sabemos la historia, su comienzo y su final. Y de esto es algo que tu debes de estar afuera."

— "Pues ¿Adivina qué? Tus años en este imperio se acaban y yo voy a sustituirte al menos tengo que saber porque demonios la familia de la mujer que me dio a luz te odia tan gravemente. Algo más debe de haber, ¿Necesito tener una taza de té para esto?"

Me miró fijo sin contesta. A lo que le insistí abriendo mis manos.

— "Existe una parte de la historia que no te he contado. Tú madre y yo nos conocimos en un bar de mala vida, ella frecuentaba ese lugar muy seguido. Su familia ya tenía cierta fama en la ciudad por conseguir grandes sumas de dinero de forma rápida y ella comenzaba a ser una mujer muy codiciada por los hombres, en fin, nos conocimos y supuestamente nos enamoramos. Yo no tenía nada, ni dinero, ni nada. No era nadie y sigo sin ser nadie.

— "Si claro, nadie." — Interrumpí.

— "Su padre no estaba contento con nuestra relación así que nos veíamos a escondidas... Se escapaba para ir al pequeño cuarto en donde yo vivía. Su padre intentó separarnos pero ella al final decidió escapar conmigo, sabiendo que no tenía nada. Pero tu madre al verse en mis situación comenzo a extrañar sus lujos, así que como todo joven estupido intenté complacerla, hice algunos robos por ella, joyas y más. Lo nuestro fue rápido. Tuvimos a tu hermana primero, y luego a ti, hay fue donde todo cambió, su ilusión de involucrarse con un delicuente que robara y estuviera dispuesto a todo por ella se acabó, porque yo tenía dos bebes de los cuales tenía que cuidar. Nuestra situación económica no ayudaba, fue en ese momento cuando tu madre decidió abandonarnos. Los dejó a los dos conmigo, así que comence a endeudarme.

— "¿Porqué no buscaste un trabajo?"

— "Fuí un delicuente desde niño. Varias fichas, involucrado en la muerte de un diputado... eso no es bueno para un curriculum." — Dijo con la mirada fija.