72. TERMINÓ.

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AL SIGUIENTE DIA
MATT

Me desmonté del auto acompañado de Frem, la mañana no me había animado mucho solo había creado más enojo en mí.

— "Jefe, debería de calmarse." — Dijo Frem con algo de nerviosismo.

— "No voy a calmarme. Está aquí." — Comenté viendo su auto estacionado.

— "Tal vez su celular se daño o algo... Pudo haber pasado algo malo." — Comentó mientras me seguía.

— "¿Te parece que haya sucedido algo malo en este lugar? — Le dije mientras veía mujeres salir de la casa con poca ropa, — Y aún así su celular dañado no sonaría toda la maldita noche."

— "Yo creo que debería de tomarse un té y hablar calmadamente con él. Lo conoce mejor que yo, no suele comportarse así."

— "Ya basta de defenderlo. ¡Arcangel!" — Grité al ingresar a la casa.

— "El jefe esta dormido. No recibe ninguna visita en estos momentos." — Comentó uno de sus seguridad.

— "Me vale mierda. Quiero hablarle..." — Le dije.

— "Debería de marcharse." — Comentó seriamente.

— "¿Es que eres sordo, imbécil? Se que me conoces y nos hemos visto bastante veses, así que busca a Arcángel." — Respondí.

— "Esta dormido. Su cumpleaños fue anoche, y ha quedado exhausto." — Lo tomé fuertemente del cuello y lo apunté con mi arma.

— "Mejor cierra el pico o juro que voy a matarte." — Le empujé y comencé a subir las escaleras.

— ¡Jefe, Jefe....! — Decía Frem caminando detrás de mí. — Se va a meter en problemas."

— "¡El es quien está en problemas!" — Comenté y comencé a abrir puerta por puerta.

¿Porqué demonios no había regresado a casa la noche anterior? Y para el colmo no había respondido ningunas de mis llamadas, ¿Que se creía ese imbécil?

Llegué a la última puerta y hubiese preferido no haberla abierto, pero lo hice y en ese momento todo se fue al infierno.

Ed y Arcángel estaban acostados en la misma cama, Sentí la mano de Frem quitarme el arma, pero yo estaba tan helado que sentía que la respiración se me desvanecía en un acto involuntario.

Arcángel en ese momento abrió los ojos para encontrase de frente conmigo.

— "Matthew... ¿Que haces aquí?" — Preguntó haciendo que Ed también despertará.

No podía dar un paso hacia adelante o uno hacia atrás. La sábana se corrió y ellos solo estaban en ropa interior, mis ojos no podían creerlo.

— "Matthews..." — Dijo Ed.

Me acerqué a él y le dí una bofetada tan fuerte que mi mano quedó con la sensación de picazón. Su rostro se puso rosa inmediatamente con todos mis dedos marcados en ella, sus ojos se habían abierto como platos.

— "Espera". — Comentó al verme salir de la habitación. — "¡Espera!"

Salí de la habitación lo más rápido posible, iba a destruirle la vida a esa maldito. Mi garganta estaba seca y ardía como el infierno.

— "¡Matthews! — Lo escuché detrás de mí. — ¡Escúchame!"

Caminé hasta su auto, miré a su alrededor y encontré un tubo de metal.

— ¡Escúchame! ¡No sé cómo llegué allí, déjame explicarte! — El primer golpe fue el vidrio frontal.

Entendió que nada hacía gritarme que no había pasado, no iba a cambiar nada. Ya yo estaba perdido en mi furia, el sonido del metal chocando contra los vidrios de su auto era una similitud a como había jodido mi vida.

SIEMPRE FIEL.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora