SIEMPRE FIEL.

63. LO QUE HICISTE

MATT

Estaba de pie frente a él, mientras Miguel estaba a mi lado. No sabía donde se había metido Ed luego de esa pelea, parecía estar bastante enojado, de por si ya estaba enojado antes de salir de casa.

— "Así que ya lo tenemos... No pensé que Ed fuera a descubrirlo de tal forma y ahorrarme trabajo." — Comentó Miguel algo alegre.

— "No lo creas de esa forma, de todas formas quiero a la perra que inyectó el medicamento. No es que esta libre." — Comenté y me acerqué a Tyler, para levantar su cabeza.

Hice muestra con la cabeza, a lo que le lanzaron un valde de agua fria. Unos segundo y ya había despertado, era un idiota. ¿Como no pude haberme dado cuenta de lo que estaba pasando?

— "Me tuviste, no pensé que realmente serias capaz de esto. Tenía la guardia baja, es increible lo imbécil que fuí, pero, aqui estamos... tu, yo... y mi padre muerto. ¿Que tienes para decirme?"

Se quedó en silencio mientras me miraba.

— "Es tiempo de que comiences hablar, Basilio. Tu nombre real... Suena mejor Tyler." — Dijo Miguel.

— "¿Para qué desean escucharme hablar si de todas formas voy a morir?" — Dijo con una mirada reconrosa.

— "Eso cambia el método. Sí será más lenta o rápida... Créeme eso va a ayudarte mucho. — Dije y tomé un cortauñas. — Quiero que me digas todo lo que sabes de los Russo."

— "No creas que obtendras lo que deseas tan facil, Matthews." — Dijo con seguridad a lo que me incliné para mirarle de cerca.

— "Siempre obtengo lo que quiero, nene." — Le respondí.

ED

Estaba de pie tomándome un vaso de agua, a pesar de que ya había pasado alguna media hora mi piel al igual que mi sangre seguía ardiendo.

Miré mis nudillos, practicamente le había destrozado de la cara. Escuché pasos detras de mí.

— "¿Aún molesto? Tal vez una limonada más fría ayudaría." — Comentó Frem acercándose.

— "No sé cuantos vasos tenga que tomar." — Respondí.

— "No sabía que fueras tan bueno con los puños, practicamente desfiguraste su cara." — Comentó Frem

— "Se lo merecía. Era un maldito imbecil." — Respondí y me dí otro trago.

— "¿No irás con el jefe? Debe de estar destrozandole la cara."

— "Aún sigo molesto, pero sé que tampoco es buena idea dejarlo solo por hoy. De todas formas es el día del entierro de su padre."

— "Eres muy bueno analizando, aunque no lo creas creo que tú y el jefe se complementan, él es un tipo extrovertido, escandaloso, algo superficial pero eres todo lo opuesto. Hacen buena pareja." — Comentó y encendió un cigarrillo.

— "Pensé que dirías linda, pero buena suena mejor." — Comenté y él rió.

— "Vamos con el jefe, creo que tu enojo ya mejoró." — Me tocó varias veces al hombro y comenzo a caminar hacia afuera de la funeraria a lo que lo seguí.

Me subí al auto con él, y entonces condujo hasta donde estaba Matthews.

Las personas aún seguían en el velatorio, y es que parecía tan normal que alguien se retirara a matar a alguien en pleno velatorio de su padre, la sangre de mafiosos que corría por la sangre de estas personas entendían.

Me desmonté del auto, caminé directamente hacia la mansión buscando por la habitación donde yo sabía que a él le encantaba jugar. Escuché un grito horripilante salir de allí, avancé con cuidado junto con Frem hasta introducirnos.