30. Me gusta demasiado.

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Se acercó a mi corriendo para desatarme. Yo estaba sin fuerza si quiera para ponerme de pie, me miró por unos segundos.

— Ya le he avisado a los hombres de tu padre donde estamos, estarán aquí dentro de poco. Debemos de tener cuidado al salir, hay algunos de ellos merodeando.

Ni siquiera era capaz de hablar, pero al menos me sentía tan aliviado de que estuviera vivo, lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas y en ese momento él se quedo paralizado, como si no pudiera creer lo que estaba viendo.

Se quedó en silencio y ayudó a que me pusiera de pie.  En el momento que comenzamos a avanzar escuchamos disparos fuera, nos escondimos mientras algunos hombres corrían.

— "No creo que salgamos..."

— "Mataste a la cabeza, ellos ahora andan perdidos, aprovechemos"—Le respondí.

Me miró por unos segundos y luego volvió a iniciar la marcha, llegamos a salir del edificio y allí estaban las balaceras. Mis piernas temblaban cada vez que daba un paso, Ed me tomó en sus brazos y me llevó hasta la camioneta.

— ¿Estás bien? — Preguntó papa alarmado.
— " Si, lo estoy..." — Dije con la mano.

Los disparos comenzaron a disminuir.

— "Asegúrense de que Hector este realmente muerto. Está en el segundo piso". — Dijo Ed a uno de los chicos.

— "¿Qué hacía Ed aquí?"

— "Hector lo uso de carnada, no me lo perdonaría si muriera por mi culpa". — Respondí.

Esperamos unos minutos más hasta que sacaron el cuerpo de Hector y lo lanzaron al suelo, y luego dispararon a quemar ropa hasta hacer varios agujeros en su cuerpo.

— ¡vámonos! — Gritó la cabeza del escuadrón.

Todos volvieron a sus camionetas, y nos marchamos. No me sentía para nada bien, ese maldito me había herido gravemente. Llegamos a la mansión donde todos esperaban sentados en la sala.

— "Jefe" — Decían al vernos.

Me llevaron a mi habitación, donde poco rato despues fuí evaluado por un doctor, dijo que aunque en ese momento no estaba presentando ningunos sintomas graves, podría presentar algunos más adelante.

Ed estaba allí, en la habitación mirándome con sus hermosos ojos.

—"Perdón por hacerte pasar por esto."

— "El me engaño, atropelló mi auto, obtuvo mi número... Tengo que admitir que hasta me agradaba un poco. — Dijo. — No puedo creer que me dejara engañar de esa forma."

— "Cuando decían que era un engendro de satanas no era mentira." — Dije.

Hubo silencio.

— "Al menos ya no tienes a nadie de esa categoría intentando fastidiar". — Dijo.

— " Podriamos volver a trabajar juntos" — Le dije.

— "He tomado una decisión luego de lo que ha sucedido con nosotros dos y es que prefiero que no nos sigamos viendo por un tiempo. Tú no sabes lo que realmente quieres o al menos no eres capaz de decirlo y yo no puedo seguir atado a ti de esa forma... Así que prefiero esperar a que tu te decidas totalmente..." — Respondió.

No pude decir nada más que "bien" Mientras el nudo se formaba en mi garganta, hasta el punto de que sentía que podía ahogarme, él salió de la habitación dejándome solo.

¿COMO RAYOS ME DICE ALGO ASÍ EN ESTOS MALDITOS MOMENTOS? pensé.

Luego de esa noche no habíamos vuelto a hablar, pero claro que lo había visto, en el mismo café con su amigo Jhan. No es como si lo estuviera acosando solo  que a veces quiero saber como está y por concidencia nos encontramos a distancia.

SIEMPRE FIEL.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora