capitulo 2

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El equipo de voley masculino estaba en los vestidores, ese día debían entrenar con el femenino para empezar a practicar. Empezaban los torneos estudiantiles y nacionales, todos debían estar preparados y seguir invictos.

-Rodrigo es un idiota-se quejó Lautaro mientras cerraba su casillero.

-Todos en esta escuela lo son, no soportan lo diferente. Además, el voley no es un deporte que afecte tu masculinidad-agrego Takumi mientras se colocaba las rodilleras.

-Si, tienes razón. Odian lo diferente...-matias penso por un momento-Y yo soy tan diferente a ellos...

Los chicos se miraron sin entender bien a lo que se refería su amigo.

-Bueno, a entrenar-se colocó una bandana para atajar su cabello y que no estorbe en el entrenamiento.

El entrenamiento empezó, bloqueadores del equipo femenino iban a entrenar con los atacantes del equipo masculino y viceversa. Los armadores de ambos equipos se intercambiaron para cambiar la costumbre.

Balones rebotaban por todo el gimnasio, el ruido del golpe que se crea cuando el balón golpea los brazos, las manos o el suelo era música para los oídos de Matias, ese era el lugar favorito para el.

-Es su turno, capitán-dijo la voz femenina de Silvia.

-Espero la levantes bien-dijo Matias y ella rio.

-Me ofendes.

-Vamos capitana, sorprendeme-ambos sonrieron, matias le dio un pase de arriba a Silvia que lo armó junto a la red de una forma perfecta.

Matias se movió ágilmente hacia el balón que parecía moverse en cámara lenta para el, sus brazos se prepararon como si fueran un arco y el balón la flecha que debían lanzar. El capitán destacaba por su fuerza y habilidad en el salto, verlo saltar era todo un espectáculo, sus pies se desprendían del suelo y por un momento sentía que volaba. Golpeo el balón el cual se dirigió como una bala de cañón a el receptor que intentó levantarlo, pero debido a la potencia no pudo y desvió el balón. Los pies de Matias volvieron a tocar el suelo y le sonrió triunfante a la armadora.

-Nada mal-dijo la chica.

-Lo mismo digo, ese balón estuvo... aceptable-Silvia golpeó el hombro de matias y el se río.

El entrenamiento terminó cercana las diez de la noche, todos estaban exhaustos y solo querían ir a casa, pero antes debían estirar.

-Te acompaño a casa?-Le pregunto Matias a Silvia mientras hacían los estiramientos.

-Esta bien, quieres quedarte a cenar?.

-Esperaba que me invites, no hay nadie en mi casa y quiero compañía.

-Viaje de negocios?

-Viaje de negocios.-confirmo Matias.

-Que te parece si-detuvo el estiramiento para mirar al chico-Vamos a tu casa, buscas ropa y te quedas a dormir en mi casa.

-Mmmm tentadora oferta...

-Acepta, después de todo no tienes nada que hacer en tu aburrida casa.

-Tienes razón, acepto tu invitación-el se levantó y le ayudó a ella a levantarse.-nos vemos fuera del gimnasio.

-Okey.

Ambos  capitanes fueron a sus respectivos vestidores, para poder cambiarse y luego irse juntos a casa.

Quierete y quiereme... (MATSQUEARE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora