Quierete y quiereme... (MATSQUEARE)

capitulo 44

Rodrigo llegó a su casa un poco perdido, no estaba prestando mucha atención a casi nada y solo pensaba en eso que le dijo Matias. Cerro la puerta de la entrada planeando subir a su cuarto pero escucho su nombre salir del despacho de su papá.

-Rodrigo sos vos?- el menor suspiro y camino hasta la puerta de su oficina.

-Si, acabo de llegar...-explico sin mucho detalle.

-Donde estabas?-su papá levanto la vista de sus papeles y lo miro por encima de sus lentes.

-Ehhh estaba con... mi novia.

El papá se quitó los lentes, se recostó por el respaldo de la silla y cruzó sus brazos, indicando claramente que sabía que era mentira. Rodrigo conocía lo suficiente a su papá como para reconocer su lenguaje corporal.

-Ah, que peculiar porque hoy vino una chica muy linda a preguntar por su novio. Donde estabas?

-Desde cuando me pides explicaciones?-se atrevió a preguntar.

-Si no me dices la verdad es porque estabas haciendo algo que no me gusta o sabes que desaprobaria. Donde estabas?-la voz del hombre era clara y profunda, no estaba siendo agresivo pero lograba erizar los bellos de la nuca.

-Estaba con Nico..

-Tu novia también me dijo que lo llamó y el no sabía por dónde andabas-en ese momento Rodrigo trago en seco-Segunda mentira, que tan malo es lo que estabas haciendo?

Rodrigo se sentía acorralado por una fiera salvaje que en cualquier momento podría destrozarlo y salir a salvo dependía de los siguientes movimientos.

-Fui... fui a disculparme con un compañero...-dijo por fin, con la cabeza agachada y las manos juntas, como un niño.

-Por qué?-el tono de su padre seguía neutro.

-Hoy le jugué una broma y se lastimó, temía que no pudiera jugar mañana en el partido...

-Entiendo, quien es el chico?. Llamaré a sus padres y dispondremos ayuda para su recuperación si es que le causaste algún daño-Aún sin mucho cambio en su tono agarro el teléfono que tenía sobre el escritorio.

-Es... bueno... es Matias Candia, se torció el tobillo pero ya esta bien. No le duele y va a poder jugar mañana-explico rápido y con mucho nervios. Por primera vez miro a su padre que volvió a dejar el teléfono sobre el escritorio y lo miro fijo.

-Fuiste a la casa de ese chico solo? Sin decírselo a nadie? A pedir disculpas?-Rodrigo asintio.-Siempre fuiste una persona orgullosa Rodrigo, a que se debe este repentino deseo de pedir disculpas?

Rodrigo se tomó su tiempo para pensar, definitivamente lo que contestara definiría su futuro. Su papá se mantenía tranquilo pero eso podría cambiar en cualquier momento.

-Me sentí culpable cuando me dijeron que mañana irían universidades a verlo jugar y tal vez por mi culpa perdería la beca. Por lo que prefería asegurarme de que este bien y dar mis sinceras disculpas. No sé lo dije a nadie porque no querían que sepan que me disculpe... por mi orgullo...

Su padre asintió un par de veces, se volvió a colocar los lentes y se puso a leer los papeles.

-Esta bien, mañana llamaré a su madre y le preguntaré como está el chico. Sube a tu cuarto y duerme, mañana tienes un partido.

Rodrigo cerro la puerta de la oficina y soltó aire aliviado, tener esta clase de conversaciones con su padre siempre lo ponía nervisos. Ahora se sentía tranquilo e iba a seguir el consejo de su padre y se iría a dormir.