capitulo 7

102 12 2
                                    

Matias no sabía si las vistas se clavaban en su falda o sus piernas, que por cierto estaban tan bien trabajadas. Caminaba por el pasillo con mucha seguridad, las primeras horas estaba muy nervioso pero en ese momento ya estaba completamente relajado.

-Ahi viene el Señor piernas largas-dijo Lautaro cuando lo vio entrar a la cafetería.

-Lo sé, lo sé. Tengo mejores piernas que muchas de las chicas de este colegio, es un don.-Dijo el pelinegro sentándose en la mesa.

-De quien es la falda?-Pregunto Takumi tomando de su bebida.

-De Silvia, pero me queda mejor a mi-ese comentario hizo que los chicos suelten una carcajada.

-Hablando de la enana, me contó que Rodrigo quiere hablar con vos, que onda con eso?.

-Ni idea, me dijo que tenemos que hablar. Pero yo no tengo nada que hablar con el...-penso por un momento-Aún no hice nada.

-Bueno, allí viene-matias volteo a la entrada que estaba detrás de el y vio como Rodrigo y sus amigos se acercaban.

-Bue, el quiere hablar que el venga-Matias agarro la bolsa de doritos de Takumi-Yo no pienso ir a buscarlo.

Continuo comiendo los doritos sin darle importancia que sean de Takumi y que este último lo mire de mala forma. Lautaro mientras comentaba que sus remates cada vez eran más certeros y fuertes.

-Candia-una mano se posó en su hombro y el volteo a ver al chico que lo estaba tocando-Hablemos...

-Okey... no creo que tengamos que hablar de nada en particular-hizo una pausa- y me preocupa que me lleves detrás del gimnasio para golpearme con los gorilas que tenes de amigos y me dejen las piernas todas moretoneadas y no pueda usar mis faldas-agarro la bebida de Lautaro y tomo de ella mientras Rodrigo lo miraba raro.

-Que?! No. No va a pasar nada de eso, tenemos que hablar nomas, raro.-respondio Rodrigo con el seño fruncido.

-No soy raro!-Matias se paró dejando ver su falda por lo que Rodrigo soltó una carcajada.

-Uy si, eso es evidente-matias rodo los ojos.

-Como sea, vamos antes de que me arrepienta-Acomodo su falda y empezó a caminar hacia el pasillo.

Rodrigo lo siguió de cerca bajo la atenta mirada de todos en esa cafetería que no entendían por qué esos dos estaban juntos y no era peleando. Llegaron al pasillo que estaba casi vacío para poder hablar sin el barullo de la cafetería, Matias se detuvo en seco y volteo para ver a Rodrigo.

-Habla-apoyo todo su peso en una pierna y se cruzó de brazos.

-Bien-Rodrigo pensó por un momento como iniciar la conversación-Tenemos que hacer una tregua-Matias arqueo un ceja sin entender-El viernes Nico va a hacer una joda, como seguro ya lo sabes...

-Aja, purate que tengo hambre y no veo que estes avanzando con lo que me querés decir.

-Callate y escucha un momento-hablo frustrado Rodrigo haciendo que Matias lo vea ofendido-Nico quiere que hagamos una tregua, no quiere que creemos un conflicto. No sólo nosotros si no los equipos.

-Que pena y yo que pensaba armar un ring de boxeo en su patio para agarrarnos a piñas-el menor hablo con sarcasmo, cosa que molestaba a Rodrigo.

-Solo habla con tu equipo para que se mantengan al margen, yo voy a hacer lo mismo.

-Espero que esos simios lo entiendan...

Rodrigo tomo de la remera a Matias y lo acerco a su rostro.

-Esto no es muy treguoso que digamos-se burló Matias

-Eres verdaderamente irritante.-Rodrigo lo soltó con brusquedad.

-Ey! Tengo otras cualidades, como mis largas y hermosas piernas, no lo crees?-Matias levanto un poco su falda y Rodrigo miro sus piernas.

-Parecen se mujer-se burló, matias se acercó y levantó una haciendo que su rodilla quede en la cadera del mayor.

-Sigue mirando, sabes que te terminarán encantando-susurro en su oído haciendo que Rodrigo cierre los ojos-Como sea, me voy. Tengo hambre.

Matias se alejó de Rodrigo y empezó a caminar hacia la cafetería nuevamente. Rodrigo lo veía desde atrás caminar muy animado mientras su falda se movía de un lado a otro.

Sus piernas eran lindas, claro que lo eran pero Rodrigo no iba a admitirlo...

Quierete y quiereme... (MATSQUEARE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora