capitulo 65

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-Ey, candia. Estas bien?-Nico era el extraño tras el volante.

-Nico?-al confirmar que era el, el miedo se disipó y volvió el enojo-Estas ciego o que? Casi me atropellas-reclamo.

El rubio tras el volante chasqueo la lengua y sonrió. Había visto a Matias caminar varias calles atrás, podía notarlo algo perdido y que no iba prestando atención a su camino por lo que decidió interceptarlo; no era seguro que anduviera por esa zona a esa hora y menos vestido de esa forma, a el no le importaba que Matias usara faldas pero no todos pensaban igual.

-Deja de quejarte y sube, no es bueno que estés tan tarde por esta zona-Quito las trabas de la puerta para que el suba.

-no gracias, voy a caminar-el orgullo era más fuerte.

-Vamos Candia, ya te vi. Si te pasa algo va a ser mi culpa, sube. Por favor.-lo penso un momento y decidió subir-Bien, ponte el cinturón y te llevaré a casa.

-No quiero ir a mi casa.

Nico lo miro con intriga, el pelinegro no quería ir a su casa y parecía querer llorar. Parecía que algo había ocurrido, tal vez un asunto familiar o podría ser algo relacionado con su ruptura.

-Y a donde quieres que te lleve?.

Matias encogio sus hombros como respuesta, nisiquiera había traído su celular como para preguntarle a alguno de sus amigos si podían hospedarlo por esa noche. Tal vez debería volver a casa, aún cuando eso significaría tener que enfrentar a su hermano y tal vez el cuestionario que su amiga haya creado para el.

-Bien, te quedarás en mi casa esta noche.-El pelinegro lo miro sin poder creer sus palabras-Ay no hagas tanto escándalo, no soy tan hijo de puta como para dejarte en la calle. Solo será una noche.

-No quiero molestarte, puedo volver a mi casa.-Respondio agarrando la manija de la puerta para bajarse y caminar a su casa.

-Si no quieres volver, no tienes que volver. Puedes quedarte esta noche en mi casa y ya mañana ves que haces. No molestas-le explico.-Ponte el cinturón.-pidio mientras arrancaba el auto.

Incomodo, raro, silencioso o incluso extraño, cualquiera de esas palabras podría describir como fue ese camino a la casa del Rubio. Nisiquiera se miran  an, era como si tuvieran miedo de emitir algún tipo de sonido, como si de silencio fuera lo más sagrado del mundo.

Cuando Matias divizo la casa Nico su rostro se tornó rojo, por recordar lo que había pasado en la habicion de invitados esa noche de la fiesta con el mejor amigo de este. Si bien nadie los había visto ( o al menos eso creía el) seguía siendo vergonzoso.

Nico metió el auto al garaje y cerró la puerta detrás de ellos.

-Ya cenaste?-pregunto abriendo la puerta del piloto, señal que tomó Matias para abrir la suya.

-No, pero no tengo apetito...

-No me salgas con eso, mi mamá no me hablaría por semanas si se entera que deje a alguien sin cenar en su casa. Ven, yo tampoco comí aún.

Abrio la puerta que conectaba el garaje con la cocina para que Matias lo siga hasta adentro, le indicó que se sentara en una de las sillas en la mesa.

-Si no tienes hambre, podríamos comer unos sándwiches-le propuso el rubio y el asintio, no tenía ganas de comer nada-Comes carbohidratos?-matias volvió a asentir-Pense que estabas siguiendo una dieta.

-Puedo comer carbohidratos-aseguro.

Nico comenzó a preparar los sándwiches, mientras el pelinegro miraba todo con curiosidad. La noche de la fiesta no había notado lo linda que era la casa de este chico, miro hacia la mesada donde el chico estaba preparando su cena y recordó cuando interrumpió al castaño y la pelinegra.

-De que te ríes?-No se había dado cuenta de que sonreía hasta que Nico se lo pregunto.

-Recorde que el día de la fiesta, interrumpi a Noelia y Rodrigo. Aquí, en la cocina. Creo que ella quedó molesta luego de eso-rio un poco mientras agarraba el sándwich.

-Si, Rodrigo me dijo que suele enojarse cuando no consigue... ya sabes... "disfrutar"-hizo comillas con sus dedos.-Igual esa noche Rodrigo durmió con alguien diferente, recuerdo verlo en la cama con esa persona-los ojos de Nico se clavaron en el.

Matias había escuchado muchas veces a Silvia decir "Traiganme una presión que se me bajo la coca" y nunca le encontró sentido hasta ahora. Pudo sentir que el color abandonó su rostro.

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Prometo volver a actualizar pronto

Quierete y quiereme... (MATSQUEARE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora