#81

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6-7 meses

– Raptor, recordé algo. 

Estaban almorzando.

– ¿Qué pasa Mayo?

– Los bebés ya pueden oírnos.

– AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

– No me grites Raptor, que estoy al lado. – reclamó Sparta.

– Escuchen niños. – Mike se limpió la boca con una servilleta. – definición de joto: persona homo...

Raptor le estrelló una lechuga en la cara.

– ¡Que no les enseñarás a jotear! – lo amenazó con más lechugas.

– Trolli ayúdame. – se ocultó detrás del vampiro.

– Orden en la mesa. – el azabache veía como todos se enloquecían con la noticia.

– Raptorcito⁓ – llamó el menor de todos con una voz bien aguda. 

– ¿Sí? 

– Ya no tengo antojos.

– Ahora sí que soy feliz.

– Pobre reptil, iba todas las noches a las 4 a buscar comida a cualquier parte. – rio Acenix. 

– Y una vez no encontró sandía el pobrecito y Sparta lo echó de su habitación. – le siguió Jon.

– Ay Spartita, me haces sufrir bebo, pero todo vale la pena.

– Perdón – se disculpó mientras juntaba sus dedos índice en un tierno movimiento.

– Que lindo. – halagó Raptor.

– Nosotros nos retiramos. – dijo Timba mientras tomaba a su novio del brazo con suavidad.

– ¿Tan pronto? – preguntó Trolli. – recién hace un ratito nos sentamos a comer.

– Es que no tenemos mucha hambre. – habló Rius.

– Yo creo que sí tienen hambre, pero de otras cosas. – dijo Mike mientras subía y bajaba sus cejas para dar a entender a lo que se refería. – ¿me invitan?

– No – dijo serio pero a la vez medio divertido Timba.

– ¡Está prohibido actuar como joto frente a mis bebés!

– Ni siquiera han nacido. – debatió el perro.

– ¡Pero escuchan!

– Pero solo son bebés, puedes hablar de cualquier cosa al lado de ellos y nunca se van a enterar.

– Más respeto para mis hijos perro con sarna. – le volvió a mostrar la lechuga.

– ¡Lobo pulguiento! – le amenazó con un champiñón.

– Como hagan un escandalo en la mesa se las verán conmigo. – Sparta amenazaba con una rodaja de tomate.

Trolli solo miraba e intercambiaba miradas divertidas con Jon, Acenix, Víctor y Mayo. Con el riumba no porque ya había desaparecido.

           
En la habitación de Timba

– Eres un cerdo. – regañaba el menor. – ¿Cómo se te ocurre tocar mi entrepierna por debajo de la mesa? 

– Solo fue por sobre la tela del pantalón, no exageres.

– ¡Exagero! es una falta de respeto para los demás.

Entre vampiros, lobos, híbridos y magos ~*los compas*~ YaoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora